Ya somos campeones de Europa. Futbolísticamente hablando. Por lo tanto, ¡felicidades! No puedo resistirme a contar lo padecido.
Producto de la casualidad, cuando obteníamos el preciado título, me encontraba en la Avda. de América de Madrid. De allí, salía el autobús que lleva a mi hijo a Barcelona. Por cierto, reside en la ciudad catalana desde hace 2 años y no tiene ningún problema con la lengua catalana. Lo digo para aclarar que todo eso, del castellano y las demás lenguas, son intereses ajenos al vivir diario de las personas.
Regresando a casa, escucho que el Paseo de la Castellana a la altura de Colón y Cibeles, ya está cortado el tráfico. Empiezo a percibir el problema para salir con el coche desde la almendra central a la periferia. Y aunque siempre se aprecia estas concentraciones cuando se celebran los éxitos futboleros, nunca me había encontrado en el meollo de la concentración. La avalancha humana crecía y crecía y los automóviles giro para un lado y otro. Vista la indumentaria, pensé si sería necesario pintarse la cara con el pintalabios de mi compañera.
La cosa, era sorprendente. Y armados de paciencia, analizamos que nunca habíamos visto tanto joven defendiendo otros derechos que le afectan directamente.
Producto de la casualidad, cuando obteníamos el preciado título, me encontraba en la Avda. de América de Madrid. De allí, salía el autobús que lleva a mi hijo a Barcelona. Por cierto, reside en la ciudad catalana desde hace 2 años y no tiene ningún problema con la lengua catalana. Lo digo para aclarar que todo eso, del castellano y las demás lenguas, son intereses ajenos al vivir diario de las personas.
Regresando a casa, escucho que el Paseo de la Castellana a la altura de Colón y Cibeles, ya está cortado el tráfico. Empiezo a percibir el problema para salir con el coche desde la almendra central a la periferia. Y aunque siempre se aprecia estas concentraciones cuando se celebran los éxitos futboleros, nunca me había encontrado en el meollo de la concentración. La avalancha humana crecía y crecía y los automóviles giro para un lado y otro. Vista la indumentaria, pensé si sería necesario pintarse la cara con el pintalabios de mi compañera.
La cosa, era sorprendente. Y armados de paciencia, analizamos que nunca habíamos visto tanto joven defendiendo otros derechos que le afectan directamente.
FOTOGRAFÍA - Los aficionados celebran la victoria de España. EP - 30/06/2008
Ni la vivienda digna protegida, ni la educación pública de calidad, ni la sanidad pública, ni los contratos temporales y precarios, ni tantas otras cuestiones necesarias para el desarrollo de las personas, movilizan a esa preciada juventud, cómo lo hace el futbol.
Me imagino el quebradero de cabeza para cualquier Gobierno, que tuviera que sortear masivas protestas como la descrita. Una sociedad concienciada en la reclamación de sus derechos y cumplidora de sus obligaciones es algo muy serio, a lo cual, no debemos renunciar.
2 comentarios:
Como aficionado al buen futbol, he de decir que he disfrutado viendo los partidos que ha jugado la selección. También es verdad que ayer me alegré de la victoria de nuestra selección y grité con mucha fuerza el gol que nos dió la victoria. Hasta aquí "es el futbol, tonto".
Creo que sería "tonto" si no intentase buscar una rspuesta a las preguntas siguientes:
1.-¿Cuanto poder tienen los medios para mover masas?
2.-¿Quién maneja esos medios?
3.-¿A que intereses sirven?
4.-¿Esa juventud que inunda las calles, es consciente de su futuro?
5.-¿Se movilizarian así por un salario justo?
6.-¿Por una vivienda a precio justo y en contra de la espculación?
7.- ¿Por una justicia social?
etc, etc, etc?
¿Los medios de comunicación con su poder de convocatoria; movilizarian por estas causas?.
Antonio hay que seguir luchando por que cada vez haya menos "tontos".
Un saludo,
José Luís
José Luis, eso, exactamente era lo que he querido decir. Es altamente gratificante la aportación que haces.
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