Han sido varios lo medios en la red, los que han ofrecido en directo el discurso de Mariano Rajoy. Bien estructurado, significando valores y principios que han gustado a los asistentes. Si se analiza, comprendemos lo difícil de la práctica política.
Sobre todo para conseguir la unidad interna. Lo expresa al principio de su intervención y lo recalca al final. Esto, denota intranquilidad a pesar de los aplausos.
Valores constitucionales que asume y defiende y principios a los cuales, no renuncia; aunque luego, se ofrece a parlamentar con los demás grupos políticos sobre cuestiones de Estado.
Cuando habla de asuntos generales que nos afectan, lo hace sin mencionar dentro de los servicios a los cuales, tenemos derecho, el concepto “público”. Este detalle, en la práctica diaria es esencial.
Ahí tenemos la política que se ejerce en la Comunidad de Madrid, donde Esperanza Aguirre, progresivamente transfiere servicios públicos a la gestión privada.
Énfasis especial ha tenido para definir al PP como partido de centro. La estructura del discurso, le ha permitido aglutinar todos los valores divinos y humanos. Por lo que podemos deducir, que estando centrados ya lo tenemos todo solucionado.
Se postula ante los congregados y demanda su confianza convencido de ganar las próximas elecciones.
Está claro, que esto puede suceder si el Partido Socialista Obrero Español, no fuera capaz de ofrecer soluciones creíbles a la sociedad. Si el Gobierno consigue gestionar con eficacia, reactiva la economía y aplica y gestiona sus políticas sociales, el PP hace aguas más pronto que tarde.
21/06/2008
El discurso de Rajoy
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