El PP cumplió la intimidación

El lunes 16, el dirigente popular Ángel Acebes, dijo que si Zapatero no ofrece explicaciones "por voluntad propia" en el Parlamento sobre "qué está negociando y hablando con ETA", lo hará a "iniciativa de la oposición", que exigirá al Gobierno que se explique en el Congreso y el Senado.

El miércoles 18, en la sesión de control al Gobierno han cumplido el desafío. Y los españoles hemos tenido que escuchar acusaciones como estas:

-En el Senado, Pío García Escudero, culpa a Zapatero de conocer y consentir contactos con ETA mientras la banda terrorista "asesinaba a su compañero Joseba Pagazaurtundua".
-En el Parlamento Rajoy, acusa a Zapatero de rendir el Estado democrático a una organización terrorista.

El presidente del Gobierno ha respondido que el PP tendrá que hacer una "reflexión autocrítica" tras las elecciones por su actitud ante el proceso de paz, y subrayó que "el horror está cada vez más lejos y la paz cada vez más cerca".
José Luis Rodríguez Zapatero, ha defendido su deseo de buscar la paz al igual que lo hicieron "todos los gobiernos democráticos desde la Transición", y ha hecho hincapié en que el Ejecutivo considera que "merece la pena hacer todo el esfuerzo de diálogo para acabar con el terrorismo".

Comparto la opinión de los analistas políticos cuando afirman que el PP, con esta estrategia está entrando en un camino sin retorno que le hará perder las elecciones durante mucho tiempo; también está generando una fractura en la sociedad ¡Y esto es muy grave!

Precisamente para evitar esto último y demostrando que hay distintas maneras de practicar la política y de actuar, ante un proceso tan delicado, cuando leí lo que Juan Carlos Rodríguez Ibarra, publica en El País el 24-07-2006, con el título ¿Usted qué haría? Decido guardar su contenido porque visto el proceder de los líderes populares, mucho me temía que seria conveniente recordar el comportamiento que en su día, los socialistas tuvieron en este asunto para con el presidente Aznar.

TRIBUNA: JUAN C. RODRÍGUEZ IBARRA. Presidente de la Junta de Extremadura.

Me da mucha pena escribir lo que voy a escribir a continuación, pero creo que tengo razones para hacerlo. El Sr. Aznar no está legitimado para decir y hacer lo que está haciendo en estos momentos. Y no lo está porque le recuerdo que cuando gobernaba nos instruía a los que íbamos a visitarle, por la razón de nuestro cargo público, sobre la confianza que teníamos que tener en él en el asunto de la tregua. Por varias veces nos aleccionó sobre la importancia que tenía para él el hecho de que los socialistas que teníamos una idea de España más coincidente con la que él tenía pudiéramos defender sus postulados antiterroristas. "Mira, presidente, me dijo en alguna ocasión, es muy importante que tú, y socialistas como tú, defendáis mis posiciones en estos difíciles momentos donde lo fácil para la oposición es hacer demagogia con las víctimas". Y así lo hicimos, Sr. Aznar. Le ruego que en estos momentos tan decisivos para España haga usted el favor de comportarse como algunos nos comportamos con usted. Si no lo hace, no le quepa la menor duda de que sabré que me engañó de la forma más vil y con la pelea más dramática. Para mí carecerá de importancia su engaño porque mil veces que ocurriera, mil veces que me dejaría engañar en ese asunto. Pero ¿y usted?

¡Que la sociedad juzgue y ponga a cada uno en el sitio que se merece!