Hoy todas las editoriales de las principales cabeceras de
los periódicos nacionales, dedican su opinión a la situación que vive el PSOE y
por extensión al comportamiento de su Secretario General, Pedro Sánchez.
A estas horas, el conflicto interno que se vive en el PSOE,
a nadie se le oculta. Por tanto, tampoco persona alguna, sea dirigente o no, es
capaz de pronosticar cuál será el resultado final que saldrá del Comité del
próximo sábado día 1 de octubre.
Hoy, con la perspectiva que nos ofrece el paso del tiempo,
valoramos el gran error que se cometió en aquel momento, cuando Mariano Rajoy,
renunció a presentar su candidatura a la presidencia del Gobierno. De manera
natural y aplicando el proceso democrático establecido en aquel momento, se
postula Pedro Sánchez. Fue en la negociación del proceso y la imposibilidad de
alcanzar los acuerdos necesarios donde se fraguó el fracaso que hoy vivimos.
La suma de los votos populares, podemistas e
independentistas, impiden que Sánchez consiga la investidura. Antes de entrar
derecho a pretender solucionar el drama que se vive hoy en el PSOE, recomiendo
que las personas que tuvieron influencia decisoria para que los acuerdos no
vieran la luz, reflexionen sobre su posicionamiento en aquellos momentos.
Luego, ya conocemos lo sucedido y el fracaso de Mariano
Rajoy en su pretendida elección como presidente. Ahora bien, a pesar de que no
logró su investidura, consigue aumentar el número de votos y escaños en las
elecciones de junio. Mientras, el PSOE pierde votos y escaños. Y, así llegamos
a las elecciones autonómicas y de nuevo el PSOE fracasa.
Internamente, se genera un gran dilema al querer impedir
nuevas elecciones y pretender aglutinar los mínimos apoyos que permitieran a
Pedro Sánchez postularse a la presidencia.
Es difícil encontrar la vía que facilite lograr la paz
interna que necesita el PSOE. A estas alturas son muchos y variados los
factores que generan influencia en las decisiones de unos y otros. Todos dirigentes
con fórmulas distintas para recuperar la credibilidad del Partido Socialista.
Desde la militancia, sí quiero manifestar que sin entrar
en especificaciones concretas de todo el correlato, entre otras cosas, porque desconocemos
detalles precisos, la solución no puede pasar por armar un proceso donde
nosotros los militantes, tengamos que decidir con nuestra opinión, si continúa
o no, Pedro Sánchez dirigiendo el Partido Socialista Obrero Español.