Pasado el desencanto inicial del efecto repetidor de las
elecciones, la campaña avanza y las encuestas que son fotos fijas del momento,
vaticinan los posibles resultados que se pueden dar el 26J.
Ante unos resultados similares a los que nos han llevado
a la repetición, y después de analizar los distintos comportamientos que los
cuatro grupos políticos mantuvieron, ya se empieza en aras de las diversas
declaraciones de los candidatos a perfilar lo que puede suceder después del día
de las votaciones.
Si se mantiene el orden que las encuestas otorgan a los
partidos políticos, la variante más relevante, es la posición segunda que el
grupo Unidos Podemos parece que puede ocupar. Esto, siempre y cuando la
movilización de los partidarios del voto socialista así lo permita.
Y, esa es la encrucijada en la que se encontraría el PSOE
si finalmente ocupara la tercera posición en el orden de preferencia electoral.
Otro dato importante a tener en cuenta, es la situación política en la que se
vería abocado el Partido Popular. Si los pronunciamientos que a día de hoy se
mantienen por parte de los candidatos, el PP no consigue sumar los apoyos
necesarios que le permita formar Gobierno.
Esta realidad, nos lleva a configurar los posibles
acuerdos que sí serían necesarios para evitar una tercera convocatoria. Descartada
la gran coalición PP, Ciudadanos y PSOE, los datos nos dicen que se podía
formar Gobierno con la suma de los escaños de Unidos Podemos y Partido
Socialista.
Ahora bien, analistas de una y otra tendencia ven la
difícil situación futura en la que puede quedar el PSOE. Una auténtica
encrucijada. Si facilita que gobierne el PP, además de no cumplir lo que está
diciendo, se produce una quiebra absoluta con su militancia difícil de
recomponer.
Si aceptara el ofrecimiento que Unidos Podemos hace
ahora, estaría proyectando una imagen de entrega, la cual, no fue correspondida
después del no a la investidura de Pedro Sánchez.
¿Entonces, si la mayoría electoral indica que las fuerzas
de progreso sumadas pueden formar Gobierno, que salida tiene el PSOE para no
ser acusado de permitir otro Gobierno liderado por el PP?
Este es el debate que cada día aumenta más entre las
bases, siendo conscientes de la difícil situación que una negativa que impida a
Unidos Podemos, si los resultados lo confirman, dirigir el Gobierno de España.
Los electores quisieron con sus votos que muchos ayuntamientos y comunidades
autónomas, hoy gobernadas por el PSOE, lo estén con el apoyo de marcas
relacionadas con Podemos.
Llegados a este punto, siempre en condicionante, no
olvidemos que a Ciudadanos, también se le asigna un número determinante de
escaños. Y, como se supone que no apoyará a Unidos Podemos, el Partido Socialista
obedeciendo a la voluntad ideológica de los electores, tiene dos salidas:
permitir la investidura de Pablo Iglesias apoyando su candidatura, o
absteniéndose, siempre y cuando el bloque de centro derecha, no sume más votos.
Siguiendo la estala de la actual gobernabilidad de muchos ayuntamientos y
comunidades, el PSOE, no entraría a formar Gobierno.