La multitudinaria Asamblea Socialista celebrada el
viernes 14, en la Agrupación de Getafe, lo que allí se dijo y de la
manera que algunas personas lo dicen, no augura el final del conflicto. Por ello,
voy a intentar poner luz sobre la sombra.
Vaya por delante que nunca desde el inicio de la
transición democrática después de la dictadura, la Casa del Pueblo de Getafe,
había vivido un ambiente tan combativo entre sus militantes.
Bien es verdad, que la mayoría de la actual dirección con
la Secretaria General, Sara Hernández, mantiene el tipo aguantando embestidas muy
severas.
Pero, para entender la realidad de hoy, hay que
remontarse al proceso de primarias llevadas a cabo entre Tomás Gómez y Trinidad
Jiménez para ocupar la Secretaría General del PSM.
Libremente los/as militantes, nos posicionamos debatimos
y votamos.
Posteriormente, se confecciona la lista para concurrir a
las elecciones municipales de 2011. El resultado hizo que el PSOE de Getafe,
abandonara la alcaldía después de 30 años de Gobierno. Es obvio, que transcurrido
tanto tiempo, no hay cultura de trabajo en la oposición.
Producto de lo anterior, se produce una renovación
democrática en el interior de la dirección de la Agrupación, y también un
cambio de nombramiento en los cargos electos del Grupo Municipal. Que al mismo
tiempo, consecuencia de la crisis de las administraciones públicas, hace que no
todos los concejales/as de los nueve que conforman el Grupo puedan tener
sueldos de liberados. Esto, deja huella interna.
Si sumamos la desubicación del trabajo en la oposición, la
nueva dirección renovada y el malestar por la falta de ingresos, tenemos un
coctel que no permite poder trabajar con la serenidad y tranquilidad que cualquier
dirección recién elegida necesita. Entre otras cosas para tratar de conseguir
la unidad que haga a todos/as remar en la misma dirección.
A esa asignatura pendiente, hay que añadir un proceso
judicial pendiente de resolución conocido en Getafe como `Caso Aparcamientos´.
Aunque en principio es desestimado por falta de consistencia prevaricadora, el
Partido Popular lo recurre en el año 2009, y ahora sí, (la justicia pendiente
de sentencia) ello, obliga por ética política y cultura interna del PSOE,
dimitir a cuatro concejales del Grupo Municipal.
Si me quedara en este relato de lo superficial y conocido,
no habría merecido la pena. Pero, la realidad que se vive, es que la que fuera
Primer Teniente de alcaldía, Sara Hernández, con Pedro Castro, alcalde de
Getafe y presidente de la FEMP, hoy, es la Secretaria General de la Agrupación y
persona que no se ha visto implicada en el proceso de dimisión. Sí ha tenido
que dimitir el concejal Pedro Castro por estar incluido en la lista de
afectados.
Pues bien, digo y doy fe testimonial, que en el uso de la
palabra que se le concede al compañero Castro, de manera directa y puesto a
explicar el proceso del `Caso´ no tiene ninguna consideración en recordar el
pasado en el cargo que ocupó la actual Secretaria General. Con lo cual, se
genera entre los asistentes diferentes interpretaciones que hacen que las
intervenciones posteriores fueran muy duras y directas.
La solución del problema que vivimos no pasa por el
enfrentamiento. Es recomendable: primero, elegir a las cuatro personas que van
a reemplazar a los compañeros/as dimitidos. Esto se tiene que hacer con la
solvencia política que tiene el PSOE-Getafe. Segundo, democráticamente cuando
se abra el proceso de primarias para elegir al candidato, candidata a la
alcaldía de 2015, será el momento de dirimir y analizar los equipos y las
propuestas que consideremos de mayor solvencia para presentarnos a la
ciudadanía de Getafe.
Ahora, lo que toca es ser altavoces denunciando las
políticas que aplica el Partido Popular en Getafe, y las alternativas que
consideran los socialistas más beneficiosas para la sociedad getafense.
Si no se hace o no se puede hacer así, estamos amenazados
por el `tornado político´.