Después de 31 años, la nueva etapa que inicia el diario El País, esboza un estilo remozado, que nos hace “comprender” mejor lo que sucede en el mundo.
A veces, el compromiso asumido al tratar la actualidad, me hace vacilar sobre el acierto de lo que hago. Hoy, me he sentido confortado al leer las declaraciones que la vicepresidenta, Mª Teresa Fernández de la Vega, hace al escritor Juan José Millás. Ambos personajes nos ofrecen una excelente entrevista, tanto por su contenido político, como el lado humano de la entrevistada. La maestría de Millás, pone al descubierto un perfil de la vicepresidenta, el cual, quiero comentar:
A la pregunta de Millás, sobre la felicidad; de la Vega, responde con matices sobre lo que ella, considera felicidad. Disfruta con lo que hace, no se aburre, tiene momentos duros, difíciles, que le hacen pasarlo mal. Esto, le hace afirmar “más que felicidad, tengo armonía”. (Amistad y buena correspondencia).
Esta filosofía armoniosa le lleva a concluir que “hoy no se puede tener un proyecto de felicidad individual”. No lo “concibe si no está dentro de un proyecto colectivo”. No puede prescindir de lo que ocurre a su alrededor. “Trabaja en política para mejorar la vida de la gente”.
La anterior declaración, concatena que Millás, le pida que señale algunas leyes de este Gobierno de las que se sienta satisfecha.
Dice Mª Teresa: la mayor emoción que tuve fue con la retirada de las tropas de Irak. En ese momento pensé: “Qué Gobierno, qué presidente. Promete y cumple desde el primer día la voluntad de los ciudadanos”.
Le produce satisfacción en el ámbito legislativo: la Ley de Violencia de Género, que era muy compleja. La Ley de Igualdad, que es revolucionaria. La Ley de Dependencia, que va a permitir que muchas personas tengan autonomía. Especial emoción ante las asociaciones de sordos que esperaban que se aprobara la Ley donde se reconoce la lengua de signos.
Estos ejes que suponen el reconocimiento y la ampliación de derechos sociales, son los nuevos valores de la izquierda. Ser de izquierdas es defender valores concretos como la solidaridad y la justicia social.
Aquí la entrevista completa.
A veces, el compromiso asumido al tratar la actualidad, me hace vacilar sobre el acierto de lo que hago. Hoy, me he sentido confortado al leer las declaraciones que la vicepresidenta, Mª Teresa Fernández de la Vega, hace al escritor Juan José Millás. Ambos personajes nos ofrecen una excelente entrevista, tanto por su contenido político, como el lado humano de la entrevistada. La maestría de Millás, pone al descubierto un perfil de la vicepresidenta, el cual, quiero comentar:
A la pregunta de Millás, sobre la felicidad; de la Vega, responde con matices sobre lo que ella, considera felicidad. Disfruta con lo que hace, no se aburre, tiene momentos duros, difíciles, que le hacen pasarlo mal. Esto, le hace afirmar “más que felicidad, tengo armonía”. (Amistad y buena correspondencia).
Esta filosofía armoniosa le lleva a concluir que “hoy no se puede tener un proyecto de felicidad individual”. No lo “concibe si no está dentro de un proyecto colectivo”. No puede prescindir de lo que ocurre a su alrededor. “Trabaja en política para mejorar la vida de la gente”.
La anterior declaración, concatena que Millás, le pida que señale algunas leyes de este Gobierno de las que se sienta satisfecha.
Dice Mª Teresa: la mayor emoción que tuve fue con la retirada de las tropas de Irak. En ese momento pensé: “Qué Gobierno, qué presidente. Promete y cumple desde el primer día la voluntad de los ciudadanos”.
Le produce satisfacción en el ámbito legislativo: la Ley de Violencia de Género, que era muy compleja. La Ley de Igualdad, que es revolucionaria. La Ley de Dependencia, que va a permitir que muchas personas tengan autonomía. Especial emoción ante las asociaciones de sordos que esperaban que se aprobara la Ley donde se reconoce la lengua de signos.
Estos ejes que suponen el reconocimiento y la ampliación de derechos sociales, son los nuevos valores de la izquierda. Ser de izquierdas es defender valores concretos como la solidaridad y la justicia social.
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