30/05/2006

Convencido y convincente

Independientemente de las interpretaciones que cada cual hace de la intervención del presiente del Gobierno, el contenido del discurso del debate del estado de la Nación, ha sido amplio y aborda todos aquellos asuntos que interesan y preocupan a la mayoría de los ciudadanos.

En el comienzo del discurso, presenta un país dinámico, definiéndolo así:

Somos una potencia media en el seno de la Unión Europea y la octava potencia industrial del mundo.
Somos un país que vive un intenso proceso de aumento de población y en los últimos cinco años hemos crecido tanto como desde que aprobamos la Constitución en 1978 hasta el año 2000, alcanzando en la actualidad más de 44 millones de habitantes
Somos un país cada vez más abierto y plural. Si en 2003 nos visitaron 52,5 millones de turistas, en el año 2005 lo han hecho 55,6 millones, y hoy trabajan con nosotros dos millones de extranjeros.

Somos un país que se proyecta hacia fuera, con una cultura cada vez más potente y más reconocida. Si en toda la anterior legislatura se abrieron cuatro Centros del Instituto Cervantes, en la actual habrá veinticuatro nuevos centros. Incrementaremos así en un 50 por 100 la presencia en el mundo de nuestro más formidable instrumento para expandir la mejor de nuestras riquezas, porque junto con el tesoro del castellano hemos empezado a enseñar y expandir el resto de las lenguas españolas.

Somos un país, Señorías, en el que cada vez trabajan realmente más personas: hoy lo hacemos diecinueve millones y medio. Si nuestra población activa era de 16,5 millones en 1996, de 18 millones en 2000 y 19,5 millones en 2003, hoy alcanza las 21.300.000 personas.

Somos un país con una buena formación. Tenemos más de cinco millones y medio de titulados universitarios.

Somos un país en el que las mujeres avanzan con decisión.

Somos un país que vive cada día más. Hoy, uno de cada seis españoles tiene más de 65 años y uno de cada veinte tiene más de 80.

Somos un país que crea empleo; que crece económicamente; que se dota para el futuro de capital humano, físico y tecnológico; que intensifica las políticas sociales; que reconoce y protege nuevos derechos; que aborda reformas institucionales, y que trabaja por la paz y se comporta con solidaridad.

Éste es nuestro país, el país que tenemos.

Es el país que hemos hecho todos los ciudadanos, hombres y mujeres, mayores y jóvenes, trabajadores, estudiantes, amas de casa y empresarios.

Somos un país que ha dado un salto portentoso, somos un país en intensa transformación, en positiva transformación.

Es un país que no puede ser comprendido con los viejos esquemas; un país que no puede ser gobernado con las rutinas tradicionales; un país que necesita nuevos instrumentos, nuevas políticas y nuevas reglas institucionales; un gran país en un momento de grandes oportunidades que los ciudadanos no quieren perder y que los ciudadanos no van a perder.

Para ello el Gobierno tiene como metas, primero, más bienestar para todos los españoles y más oportunidades para los jóvenes; segundo, la extensión de los derechos civiles y sociales para los españoles y españolas comenzando por los más necesitados; tercero, una convivencia ordenada y segura de todos los ciudadanos en una España plural y unida, y, cuarto, la persecución de un orden internacional basado en la paz y la cooperación.

Finaliza su intervención con el estilo político que lo caracteriza:

Para avanzar hay que resolver problemas y para resolverlos hay que reconocerlos.
Durante este Debate daré muestras, no lo duden, de que soy consciente de que hay cosas que pueden y deben mejorar. Aceptaré las críticas y daré todas las explicaciones que estén a mi alcance.

No quiero terminar, Señorías, sin referirme al problema que más ha angustiado a la sociedad española desde la Transición.

Desde el recuerdo sentido y emocionado, y desde el apoyo a todas las víctimas del terrorismo, quiero afirmar que nos hemos ganado como sociedad el derecho al fin de la violencia, a la paz y a la esperanza de convivir juntos tan sólo sometidos a los mandatos de la libertad y de la Ley.

Reafirmo hoy mi determinación de trabajar para el fin de la violencia, para el fin de ETA; confío en que pueda ser una tarea de todos, porque todos lo merecemos, y confío en que todos actuemos con generosidad, porque a todos nos lo demandan los españoles. Por mi parte, comprometo nuevamente mi disposición al máximo diálogo para recorrer el camino a la paz.

Señorías,
El Gobierno se muestra razonablemente satisfecho con la evolución de España, pero no conformista ante la situación de la nación, porque el proyecto que represento nunca alcanzará su cota de ambición para con España.

Lo más importante es que tenemos un presiente convencido del trabajo que tiene que hacer y convincente para la sociedad que le escucha.

Texto integro del discurso.

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