Para los que somos legos en la doctrina económica, esta
crisis nos está obligando a conocer con detalle los conceptos que se barajan en
la jerga de la economía. Recientemente, he aprendido las diferencias que
existen entre: Rescate, Intervención y Nacionalización.
Esto último, es lo que parece será el final de BanKia. Después
del proceso de la compra de bonos convertidos en acciones, el Estado será el
mayor accionista y por tanto, en España nacerá la primera banca pública.
Es cierto que el sistema empleado nos va a costar a cada
familia la nada desdeñable cantidad de 100 €uros. Pero, no hay mal que por bien
no venga. A partir del reflotamiento con el dinero público de todos los
españoles, tendremos una entidad financiera importante para impulsar la
economía y reactivar el mercado prestatario, cosa que ahora no existe. Además
pública.
Alguien puede pensar que ya hubo otras intervenciones del
Gobierno en entidades financieras y después del hecho, cuando se consideraban
saneadas las vendían a otras que las compraban sin riesgo de quiebra. Este
proceder no puede ser utilizado con BanKia. España carece de un banco público
que marque la hoja de ruta de la inversión en el mercado. Los españoles
necesitamos salir de la recesión que vivimos y por ello, nos sacrificamos para
conseguir que BanKia con todo su potencial económico se ponga al servicio de la
sociedad.
Este tiene ser el banderín de enganche que debe utilizar
el Partido Socialista Obrero Español, estamos obligados a prestar nuestro
apoyo para que la operación salvadora
culmine con éxito. Pero las condiciones de la defensa llevarán implícito la
concreción de Banco Público. Otra formula en las actuales circunstancias
económicas y mirando al futuro no se puede aceptar.
Por otro lado, decir que desde 1976 la entonces Caja
Madrid, ha sido la entidad con la que siempre he operado y nunca he tenido
problemas. Incluso hoy, al reintegrar la cantidad necesaria no ha existido
objeción alguna. Sí, he notado seriedad en los trabajadores cuyas relaciones
personales al ser referentes en una población de 8.000 habitantes el trato personal
les pone en una situación difícil por la preocupación de los depositantes.
Para eliminar la alarma social, el Gobierno del Sr.
Rajoy, está obligado a explicar de manera entendible para todos, que el
problema de solvencia económica está garantizado. Y, que el Estado español
tiene Banco propio.