Tendrán que pasar algunas horas del pronunciamiento del
veredicto de la sentencia del caso Gürtel, para conocer la opinión que otros
países tienen de la Justicia española. Es un contrasentido que el juez que
investiga la trama esté a punto de ser condenado y los acusados relacionados con
la conspiración “absueltos”.
Después de 26 días de exposición de pruebas, declaraciones
de testigos y escuchas de grabaciones que afectan a las dos personas encausadas
con los organizadores de la conspiración del Gürtel, el jurado popular
considera que ante la duda han aplicado la consideración más favorable para los
acusados.
Aunque cada día que pasaba se iba tejiendo la maraña de
lo declarado con la presencia de testigos que insinuaban, decían pero no
afirmaban, a nadie pudo dejar indiferentes el contenido de las conversaciones
telefónicas expuestas: “Amiguito del alma, te
quiero un huevo, tenemos que vernos para hablar de lo nuestro que es muy bonito”.
Esta declaración de amistad puesta en el contexto que se
estaba dilucidando demuestra un trato muy especial.
Pero, a pesar de todo, el jurado afirma que no se ha
podido demostrar que recibieran regalos. Luego
hay otra cuestión que me sorprende. La ley sostiene
que para que se dicte un veredicto de culpabilidad son necesarios siete de los
nueve votos del jurado, mientras que para el de inocencia son suficientes cinco.
Sinceramente, han sido declarados “no
culpables” pero todo lo que hemos visto y escuchado durante el proceso, me hace
declarar que la Justicia en Valencia es muy extravagante.