Lo peor que puede pasar en un hemiciclo político es que los grupos políticos representantes de la voluntad popular se pierdan el respeto y no mantengan las formas. Abucheos y aplausos, incluso sacada de pañuelos es lo que hoy se ha visto en Senado.
Habrá quien diga: "es la política". Pues bien, a mí cuando se traspasa la línea roja del saber estar, no me gusta. Comparto la afirmación del presidente del Senado, Javier Rojo, "A mí, personalmente, me parece lamentable. Lamentable".
Cuando esta imagen sea valorada en el exterior y en un momento muy especial de observancia de España, estoy convencido que no es el mejor aval que podemos presentar.
Esto en el extranjero, pero dentro de nuestro país, ante una situación de dificultad económica con petición de sacrificio a las capas sociales, apreciar el comportamiento de nuestros representantes es muy duro.
Lo que podía ser un día más de explicación del trabajo de Gobierno, se convierte en una bronca sin sentido. El presidente Zapatero, está obligado a manifestar lo que a su entender son logros de la acción de Gobierno, con especial énfasis en las políticas sociales. Ello, conlleva el aplauso de su bancada.
La réplica del portavoz popular Pío Escudero, es negar los logros y según su grupo acusar de incoherencia política. Llega a pedir elecciones anticipadas. Más aplausos, ahora de la otra bancada.
La algarabía se monta. Desde mi óptica observadora, el Gobierno y el grupo Socialista han estado torpes. Me imagino que allí en el fragor del debate te arrastre el entusiasmo, pero visto en la distancia han caído en la trampa.
Al grupo Popular le interesa el espectáculo de la bronca. Ellos, que no consiguen sumar adhesiones en el Parlamento para presentar una moción de censura contra la acción política que haga abandonar al Gobierno Socialista, buscan el desgaste a través de estos montajes.
¡Pero lo visto no es rentable para nadie!
Habrá quien diga: "es la política". Pues bien, a mí cuando se traspasa la línea roja del saber estar, no me gusta. Comparto la afirmación del presidente del Senado, Javier Rojo, "A mí, personalmente, me parece lamentable. Lamentable".
Cuando esta imagen sea valorada en el exterior y en un momento muy especial de observancia de España, estoy convencido que no es el mejor aval que podemos presentar.
Esto en el extranjero, pero dentro de nuestro país, ante una situación de dificultad económica con petición de sacrificio a las capas sociales, apreciar el comportamiento de nuestros representantes es muy duro.
Lo que podía ser un día más de explicación del trabajo de Gobierno, se convierte en una bronca sin sentido. El presidente Zapatero, está obligado a manifestar lo que a su entender son logros de la acción de Gobierno, con especial énfasis en las políticas sociales. Ello, conlleva el aplauso de su bancada.
La réplica del portavoz popular Pío Escudero, es negar los logros y según su grupo acusar de incoherencia política. Llega a pedir elecciones anticipadas. Más aplausos, ahora de la otra bancada.
La algarabía se monta. Desde mi óptica observadora, el Gobierno y el grupo Socialista han estado torpes. Me imagino que allí en el fragor del debate te arrastre el entusiasmo, pero visto en la distancia han caído en la trampa.
Al grupo Popular le interesa el espectáculo de la bronca. Ellos, que no consiguen sumar adhesiones en el Parlamento para presentar una moción de censura contra la acción política que haga abandonar al Gobierno Socialista, buscan el desgaste a través de estos montajes.
¡Pero lo visto no es rentable para nadie!
5 comentarios:
Es vergonzoso e indigno. No podemos permitir que nos representen de esa forma inmadura y maleducada hasta el esperpento. Ya sólo falta que se reproduzcan algunas imágenes de los 80 de parlamentos del sudeste asiático donde los congresistas se golpeaban incluso con sillas cuando discrepaban.
La lástima es que tenemos un problema sociológico de fondo del que lo acaecido en el Senado ayer es un reflejo. No sé si a veces caigo en el elitismo o clasismo por amar la buena educación ôO
El otro día debatía en la Red sobre Política Económica con un señor de inclinación derechista liberal. En determinado momento, me espeta que "presumo de culto" pero en realidad sólo soy "un ignorante" que no aporta "nada de valor" y sólo "hace el ridículo". Me quedé blanco. Le dije que así no se podía debatir y que se quedaba hablando solo: "Yo disfruto del arte de la conversación, no del arte de la pelea".
Pues, ¿sabe qué? Se extrañó mucho. Según él no era para tanto. Eso era tener la piel fina y actuar como "una damisela" o una "monja católica".
¿Quiere decir, Sr. Pulido, que no hay un sustrato mayoritario de gente cafre en nuestro país que ven normal, aceptable e incluso deseable y necesario el conducirse con estas formas cuasi animalizadas? Yo lo dudo desde hace mucho tiempo y cada vez más, por desgracia. A lo mejor les parece mal que suceda en el Parlamento, pero creo que muchos luego ven normal comportarse como energúmenos cuando tienen un conflicto en lugar de respirar, pensar y hablar para buscar la mejor solución posible.
Reciba mi más cordial saludo,
Gracias por la aportación que haces. Después de leerte, llego a determinar que aunque seamos pocos, yo desde luego no renuncio a las prácticas de buen ciudadano.
El futuro de la sociedad está en el respeto a las normas de URBANIDAD.
Comparto totalmente la necesidad de respeto sobre todo al que piensa diferente y la obligada educación hacia los demas.
Ahora, me sorprende que A. Pulido presuma de ello cuando en este blogs he leido como el mismo ha apoyado al Alcalde y su "tonto de los C..." o como felicita constantemente a Pontón en sus coplillas cargadas de insultos como "Dinosauriso franquistas", "tigresa",... o como al que piensa diferente es acusado de maldad o malintencionado (sin argumento alguno),...
No creo que al autor le corresponda inclirse en el grupo de los que "respetá" (es mi opinión, clao esta. A no ser que esto del respeto sea en una sola dirección.
* Cualquiera puede comprobar lo que digo revisando entradas anteriores.
Estimado anónimo, te puedo asegurar que siento total respeto por la buenas formas. Pero ello, no impide que discrepe ante determinados planteamientos o ideas políticas. Es verdad, que he podido hacer lo que apuntas, pero tu sabes que todo ello, hay que situarlo en su contexto. Seguro que no has podido encontrar un apoyo total y solitario a las expresiones que mencionas. Ha sido producto de la comparativa con otra mala afirmación.
El Pontón tiene libertad para hacer y decir como lo considere conveniente. Yo, no le voy a censurar si respeta a la persona, deferenciada del cargo político.
¿Quien ha hablado de censura?
Las "coplillas" que escribe Pontón estan plagadas de descalificaciones, adjetivos peyorativos e incluso insultos, y son aplaudidas y felicitadas por tu parte, perfecto dentro de tu libertad. Pero claro si luego presumesumes de respeto y urbanidad, pues no resultas creible.
O si criticas los insultos de tus adversarios (muy loable) y justificas los que vienen deste tu alcalde, pues tampoco es como para dar lecciones. Más bien lo contrario.
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