Por fin, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha
ofrecido su versión del caso Bárcenas. Con lo que le ha costado pronunciar su
nombre, en esta ocasión a los 3 minutos de comparecencia afirmaba que iba a
contar la relación que el PP y él personalmente han tenido con su extesorero.
En un arrebato calculado de sinceridad, reconoce que se
equivocó al mantener su confianza y por ello, su defensa de alguien que no la
merecía. Declara que cometió un error al creer en un falso inocente.
Otra afirmación que le puede traer graves consecuencias
en el futuro es cuando dice: "En el PP ni se ha llevado una doble contabilidad,
ni se oculta ningún delito. Reconoce que sí se han pagado en el PP, retribuciones
complementarias por razón del cargo. Además, es de justicia, se ha pagado en
blanco y luego cada uno tiene la responsabilidad de declarar esos ingresos
extras ante el ministerio de Hacienda".
Referido a este apartado le responde el Sr. Rubalcaba.
Ante el enrocamiento del Sr. Rajoy, en torno a los
sobresueldos y a la firme decisión de esperar hasta que sea la justicia quien resuelva
si hubo contabilidad B, dentro del Partido Popular, otra de las intervenciones
más gráficas de lo sucedido la expone el Sr. Cayo Lara:
Un día, la familia (PP) contrató a un gerente al que
explicaron las reglas de funcionamiento y que aprendió a distribuir los
ingresos que recibía en "tres montoncitos", uno para la familia, otro
para miembros destacados de la familia y el tercero para él mismo. "Pero
tuvo un problema, y es que su montoncito fue demasiado grande", en
referencia a las cuentas de Bárcenas en Suiza con millones de euros.
Siguiendo con la comparación con el PP, la familia
primero defendió a su gerente siguiendo las reglas establecidas, pero cambió de
postura cuando el propio gerente vulneró la regla del silencio.
"Entonces la familia le quitó la protección. A
partir de ahí la familia tiene un interés determinado y es que la justicia no
la enjuicie y sólo enjuicie al gerente, que es la oveja descarriada".
Ante la petición de dimisión que le han pedido, el Sr.
Rajoy, ha sido tajante, ¡No voy a dimitir!
Está claro que en las Cortes, la mayoría absoluta del PP,
le protege. Tendremos que esperar al veredicto de la justicia para valorar el
desenlace final de este caso.