En esta ocasión, han sido tres representantes diferentes los que han contestado a las preguntas de los asistentes en el plató.
A Gaspar Llamazares, no sabemos si su aparición le reportará beneficios internos, ahora que Izquierda Unida, está en proceso de elección del candidato a la presidencia de 2008.
Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz de CiU, manifestó un talante conciliador y demostró que su partido siempre ha estado dispuesto a colaborar con el Gobierno de España. Hizo algunas aportaciones que deben ser tenidas en cuenta.
Y en último lugar, entró en escena Josep Lluís Carod-Rovira, vicepresidente del Gobierno catalán. Sin la elegancia de su paisano Duran, se movió en el plató con soltura y disertó sobre su sentimiento catalán. Hasta el punto de exigir a los preguntadores que pronunciasen correctamente su nombre en catalán. Esta, fue la anécdota que hoy ha cosechado titulares de prensa. Pero yo, considero más importante su insistencia en la independencia de Cataluña.
Es verdad, que explicó con detalle que todo el proceso anunciador de un referéndum, sería producto del resultado electoral que su partido Esquerra Republicana de Catalunya, obtuviera. Insistió permanentemente que el problema lo tiene España que no termina de asimilar la situación catalana. Y se definía una y otra vez independentista.
Este proceder y sentir, a mí me provoca una prosaica reflexión. Si tan definido tiene su pensamiento, por qué utiliza el parlamento español para tener presencia con sus ocho diputados y obtener ingresos de las arcas españolas. Un auténtico independentista debe ejercer donde considera su única nación y por lo tanto renunciar a todos los beneficios que les proporciona el actual sistema autonómico español.
Es decir, Sr. Carod, usted y su partido, actúen sólo y exclusivamente en Cataluña y no genere gastos al resto de los españoles.
La coherencia independentista con todas sus consecuencias.