La sociedad española hemos entendido que el trabajo realizado por el Gobierno socialista, de José Luis Rodríguez Zapatero, durante los años 2004-2008, necesitaba de otros cuatro años para consolidar lo hecho, y avanzar en el camino iniciado.
Así “once millones” de personas le prestamos nuestro apoyo y le decimos ¡adelante! Además, en esta ocasión el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Antonio María Rouco Varela, le comunica que lo tiene en sus oraciones y le desea los mejores aciertos. Aunque hoy, el cardenal Antonio Cañizares, declara que España, con el candidato socialista más votado, vamos hacia el desastre. En fin, paradojas de la Iglesia española.
Los recientes resultados están siendo analizados detenidamente y se prestan a diversas lecturas. Se aprecia que allí donde gobierna el Partido Popular, tiene un fiel electorado. Igualmente, donde gobierna el Partido Socialista, consolida la fidelidad y avanza en apoyos. Pero todos los analistas se detienen y realizan una obligada lectura de lo sucedido en el País Vasco. “Once puntos” es la diferencia que el PSE, le saca al PNV. La satisfacción que este resultado provoca en los socialistas vascos, no es completa debido al asesinato reciente de Isaías Carrasco. Pero superado el trance, cabe preguntarse ¿qué ha querido expresar la sociedad vasca con este apoyo al Partido Socialista?
Porque, es mucha la diferencia de votos y además en todas las provincias. Esto, tiene una lectura en clave política que está obligado el Gobierno vasco y el PNV a descifrar con claridad y transparencia. Si ignoran esta realidad, estarán cometiendo un disparate.
Desde la distancia social, sí que vemos que este resultado, además de ganar los votos a las armas y demostrar que la violencia NO conseguirá doblegar a la democracia, también está diciendo mucho sobre la pretendida y anunciada consulta del lehendakari Juan José Ibarretxe, acerca de la organización del pueblo vasco. Si el Sr. Ibarretxe, y sus asesores no tienen en cuenta el dato expresado en las urnas, estarán demostrando desconocer la realidad de la sociedad vasca.
Así “once millones” de personas le prestamos nuestro apoyo y le decimos ¡adelante! Además, en esta ocasión el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Antonio María Rouco Varela, le comunica que lo tiene en sus oraciones y le desea los mejores aciertos. Aunque hoy, el cardenal Antonio Cañizares, declara que España, con el candidato socialista más votado, vamos hacia el desastre. En fin, paradojas de la Iglesia española.
Los recientes resultados están siendo analizados detenidamente y se prestan a diversas lecturas. Se aprecia que allí donde gobierna el Partido Popular, tiene un fiel electorado. Igualmente, donde gobierna el Partido Socialista, consolida la fidelidad y avanza en apoyos. Pero todos los analistas se detienen y realizan una obligada lectura de lo sucedido en el País Vasco. “Once puntos” es la diferencia que el PSE, le saca al PNV. La satisfacción que este resultado provoca en los socialistas vascos, no es completa debido al asesinato reciente de Isaías Carrasco. Pero superado el trance, cabe preguntarse ¿qué ha querido expresar la sociedad vasca con este apoyo al Partido Socialista?
Porque, es mucha la diferencia de votos y además en todas las provincias. Esto, tiene una lectura en clave política que está obligado el Gobierno vasco y el PNV a descifrar con claridad y transparencia. Si ignoran esta realidad, estarán cometiendo un disparate.
Desde la distancia social, sí que vemos que este resultado, además de ganar los votos a las armas y demostrar que la violencia NO conseguirá doblegar a la democracia, también está diciendo mucho sobre la pretendida y anunciada consulta del lehendakari Juan José Ibarretxe, acerca de la organización del pueblo vasco. Si el Sr. Ibarretxe, y sus asesores no tienen en cuenta el dato expresado en las urnas, estarán demostrando desconocer la realidad de la sociedad vasca.
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