Como ciudadano español, quiero expresar mi agradecimiento a la periodista, Josefina Martínez del Álamo, por el testimonio que ha tenido guardado durante tanto tiempo, referente a la persona de Adolfo Suárez, expresidente del Gobierno de España.
Afirma la autora que el año 1980, sus consejeros dilucidaron y discreparon si se debería o no publicar. A pesar de Josep Meliá o del apoyo de Chencho Arias, triunfó el “no” “porque el presidente no puede ser tan sincero”.
Pero el hecho es que lo había sido. Demasiado sincero. Y la entrevista quedó encerrada en un cajón y en mi “debe” indignado.
Lo que Josefina recoge, es el sentimiento de un político que sin saberlo el día de las declaraciones, estaba a dos meses de presentar la dimisión.
Hay un capítulo dedicado a la prensa que conviene analizar:
-Quizás el problema es también nuestro, de la prensa. Últimamente parece que algunos nos sentimos demasiado inclinados a ser protagonistas.
Afirma la autora que el año 1980, sus consejeros dilucidaron y discreparon si se debería o no publicar. A pesar de Josep Meliá o del apoyo de Chencho Arias, triunfó el “no” “porque el presidente no puede ser tan sincero”.
Pero el hecho es que lo había sido. Demasiado sincero. Y la entrevista quedó encerrada en un cajón y en mi “debe” indignado.
Lo que Josefina recoge, es el sentimiento de un político que sin saberlo el día de las declaraciones, estaba a dos meses de presentar la dimisión.
Hay un capítulo dedicado a la prensa que conviene analizar:
-Quizás el problema es también nuestro, de la prensa. Últimamente parece que algunos nos sentimos demasiado inclinados a ser protagonistas.
Adolfo.- “Sí. Yo noto ese afán de protagonismo. Algunos periodistas me preguntan sobre un tema político para tratar de convencerme de sus posturas. Entonces les digo: ¿Ustedes, qué quieren: saber mi opinión o convencerme de la suya?... Porque si vienen a hacerme una entrevista, les interesará conocer mi criterio, supongo. Y tendrían que escucharlo libre de prejuicios. Después, ustedes lo estudian, se informan y, si no les gusta, lo critican... Después, todo lo que ustedes quieran”.
“Pero sólo se tienen presentes a ellos mismos. Escriben para ellos mismos... Los comentarios políticos suelen ser mensajes que no entiende casi nadie. De ahí que la prensa tenga cada vez menos lectores. De ahí que los políticos estén cada día más separados del pueblo... Porque han acabado todos cociéndose en la gran cloaca madrileña... Y molesta mucho que yo hable de una gran cloaca madrileña. ¡Pero es verdad! No existe la preocupación de sobrevolar por encima. Nadie intenta hacer una crítica objetiva de las actuaciones políticas, con independencia del partido que realiza la acción”.
“La prensa persigue intereses concretos -políticos o personales del político que le informa-. Defiende las conveniencias de alguien que instrumentaliza a ese periodista. Y los periodistas se han convertido en correas de transmisión de los intereses de grupos determinados”.
“Hay excepciones, desde luego. Pero, por desgracia, esa es la tónica general”.
Tengo que decir, que la entrevista íntegra la publica el diario ABC, y relacionado con ella, también una editorial que ratifica lo expuesto por el Sr. Suárez. El párrafo que sigue demuestra que seguimos en la dinámica denunciada en 1980.
“Conviene reiterar ahora esa deuda que nuestra sociedad tiene contraída con una figura capital en la historia reciente, porque una parte sustancial de su legado está en peligro a causa de una política irresponsable, puesta en marcha por Rodríguez Zapatero, que cuestiona principios básicos como el modelo territorial o la cooperación positiva entre la Iglesia y el Estado”.
“Demostración pura y dura de estar al servicio de intereses de grupos determinados”.
Cuando en estas fechas se está tratando de equilibrar territorialmente el presupuesto de 2008 y el Gobierno, quiere introducir valores educativos en Derechos Humanos, que el ABC, presente este tipo de afirmaciones, es repetir la historia.
1 comentario:
Bien dicho. Adolfo Suárez, fundador del consenso. Acabo de empezar a leer un libro recientemente publicado sobre Suárez y me empiezo a oler algo: los que ensalzan su figura y el concepto del consenso denigran a los que no son como ellos. Mal empezamos por ahi. Pero nada me espanta. ¿Recuerdas hace no mucho tiempo esas personas que reinvindicaban la figura de Azaña? Si, eran los mismísimos Aznar y Jiménez Losantos... Nada más que añadir... por el momento. Un abrazo.
Publicar un comentario