Aplicando la lógica de las elecciones generales del 9 de marzo, y dado que las mismas, se celebran para elegir al Gobierno de España, los debates televisivos deben llegar al último rincón de nuestra geografía.
Precisamente el éxito de audiencia que ha tenido el programa de TVE1, “Tengo una pregunta para usted”, radica en que se ha emitido con una señal que llega a todas partes, y todos y cada uno de los televidentes, ha contribuido con su visión a la suma total de la audiencia.
El día 9 de marzo, no es una fecha baladí. Estamos eligiendo un Gobierno para seguir progresando, o por lo contrario retroceder. Esto es así de simple y al mismo tiempo así de complicado. Por eso, es necesario que toda España conozca con exactitud el programa que presentan los progresistas y los conservadores. Para ello, debemos utilizar la tecnología que nos permita cubrir el mayor espectro televisivo. Esta es la parte política y social, la cual, el pueblo español tiene derecho reconocido.
También, valorando la notoriedad que puede tener el evento, entran en juego los intereses mercantiles de las cadenas de televisión. Y cada una pretende que el debate se celebre en su sede. Como ciudadano de a pie, debo reconocer que un exceso concurrente repetitivo de los mismos actores y sobre el mismo guión, me cansaría. Por lo tanto, las apariciones de confrontación y debate, deben ser las justas. Y lógicamente, no se puede atender la demanda solicitada por todas las cadenas públicas y privadas. Debemos primar la motivación participativa del electorado.
Para alcanzar los dos objetivos, disponemos del medio de una única señal de retransmisión abierta para que todas las cadenas que lo deseen puedan ofrecer los debates. Y como ha ocurrido con otros eventos de interés general, en base a la capacidad y calidad de la retransmisión, cada persona lo sigue en el medio que más satisface su preferencia.
También puede suceder, que en el libre ejercicio de su programación haya televisiones que opten por no cubrir la convocatoria y muy posiblemente en su lugar, ofrezcan cualquier película con mensaje o reportaje dramático de algún triste suceso acaecido. Si como está demostrado el rédito de la conexión con la señal única está garantizado, cada cual, que elija lo que quiera.
Defendamos pues, conocer los programas políticos y la capacidad personal de sus gestores. Pero siempre preservando la pluralidad y la cobertura total de la información.
Precisamente el éxito de audiencia que ha tenido el programa de TVE1, “Tengo una pregunta para usted”, radica en que se ha emitido con una señal que llega a todas partes, y todos y cada uno de los televidentes, ha contribuido con su visión a la suma total de la audiencia.
El día 9 de marzo, no es una fecha baladí. Estamos eligiendo un Gobierno para seguir progresando, o por lo contrario retroceder. Esto es así de simple y al mismo tiempo así de complicado. Por eso, es necesario que toda España conozca con exactitud el programa que presentan los progresistas y los conservadores. Para ello, debemos utilizar la tecnología que nos permita cubrir el mayor espectro televisivo. Esta es la parte política y social, la cual, el pueblo español tiene derecho reconocido.
También, valorando la notoriedad que puede tener el evento, entran en juego los intereses mercantiles de las cadenas de televisión. Y cada una pretende que el debate se celebre en su sede. Como ciudadano de a pie, debo reconocer que un exceso concurrente repetitivo de los mismos actores y sobre el mismo guión, me cansaría. Por lo tanto, las apariciones de confrontación y debate, deben ser las justas. Y lógicamente, no se puede atender la demanda solicitada por todas las cadenas públicas y privadas. Debemos primar la motivación participativa del electorado.
Para alcanzar los dos objetivos, disponemos del medio de una única señal de retransmisión abierta para que todas las cadenas que lo deseen puedan ofrecer los debates. Y como ha ocurrido con otros eventos de interés general, en base a la capacidad y calidad de la retransmisión, cada persona lo sigue en el medio que más satisface su preferencia.
También puede suceder, que en el libre ejercicio de su programación haya televisiones que opten por no cubrir la convocatoria y muy posiblemente en su lugar, ofrezcan cualquier película con mensaje o reportaje dramático de algún triste suceso acaecido. Si como está demostrado el rédito de la conexión con la señal única está garantizado, cada cual, que elija lo que quiera.
Defendamos pues, conocer los programas políticos y la capacidad personal de sus gestores. Pero siempre preservando la pluralidad y la cobertura total de la información.