Lo que más detesto en el mundo de la política es el
comportamiento manipulador de las personas que ostentan o han tenido poder
político. Máxime cuando esa potestad la adquieren por la confianza que los
ciudadanos le otorgan.
Inmersos como estamos con el proceso que se inicia en
Catalunya con la aplicación que ha hecho el Gobierno de España del artículo
155, y las negociaciones que se están llevando a cabo entre los grupos
políticos que han apoyado esa decisión, una de las condiciones que el PSOE
considera que se debería respetar son los medios de comunicación públicos. Y,
hasta el momento parece que el Gobierno todavía no ha dicho lo contrario.
Ahora bien, a las 14:30 horas de hoy, se anuncia por TV3
que el que fuera presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, haría un
pronunciamiento oficial. Por cierto, mensaje grabado y que al mismo tiempo que
se emitía, él estaba comiendo en un restaurante acompañado de sus amigos. “Haced
lo que yo os diga pero no lo que yo haga”. Esta manera de proceder no es digna
de un dirigente político de altura.
Hacía mención a la televisión pública debido a que
debería evitar faldones del vídeo donde decía atribuyéndolo a Puigdemont: "Ayer
vivimos un día histórico cargado de sentido democrático y sentido cívico". De
este modo ha comenzado el presidente Carles Puigdemont una declaración
institucional hecha desde Girona.
Carles Puigdemont, ya no es presidente. Y, la televisión pública lo debería saber. No
manipulen.
El expresidente ha demostrado ser una persona blanda a la
hora de tomar decisiones muy importantes. Así, lo demostró el día que anuncia
que convoca elecciones para el día 20 de diciembre y luego no lo ratifica.
Ahora, llegado el momento que vivimos, el Sr.
Puigdemont debe asumir su nueva situación personal y dejar que el pueblo
catalán hable con libertad y exprese su sentimiento. Los medios de comunicación
públicos tienen que ser imparciales y asumir que están al servicio de toda la sociedad
catalana.