13/12/2008

Getafe en el epicentro

Certamen de cine, pasarela de moda, exposición universal, juegos olímpicos, o cualquier evento atrayente hace que la ciudad que los acoge tenga presencia activa en los medios de comunicación. Getafe, sin realizar ninguno de los encuentros enunciados, últimamente por motivos políticos genera una concurrencia importante.

Así, el jueves y viernes pasados las direcciones del Partido Socialista y la del Partido Popular, ambas de Madrid, celebraron sonados encuentros.
El jueves, Tomás Gómez, secretario general de los socialistas madrileños, preside la Comisión ejecutiva regional que se traslada a Getafe en apoyo del alcalde y presidente de la FEMP, Pedro Castro. Gómez, denuncia el acoso que tiene emprendido la presidenta Aguirre, contra la persona de Castro. El acto, también sirve para demostrar el incumplimiento y la irresponsabilidad de Esperanza Aguirre, al negarse a inaugurar el centro de poesía José Hierro de Getafe, incluso después de estar anunciado.

Lo que sí hace la presidenta, es montar en un conocido hotel de la ciudad, el Foro Madrid. Rodeada de la dirección de su partido y militantes, de nuevo viene a insistir en la desgastada frase del alcalde. Muy inteligente ella, cuando percibe que dentro de su organización también expresan frases para "enmarcar", suelta la atractiva sospecha que ella tiene, sobre la posible negociación que el Gobierno de Zapatero, podría abrir con los terroristas. Tontería ésta, que le aclara contundentemente el ministro Rubalcaba.

Hasta aquí, la novedad mediática que hace que Getafe esté en el centro de la noticia. Pero también, y esto me preocupa más, consecuencia de todo lo acontecido se genera una serie de cronologías en la "blogosfera getafense", que abre de par en par los pensamientos, las conclusiones, las intuiciones, las sospechas, viejas cuentas pendientes y afirmaciones encubiertas, sobre la manera de ejercer el Gobierno Pedro Castro.
Algunos contenidos no me gustan. Se pone el ventilador en marcha y se airea lo personal y lo público. Se mezclan los servicios con los intereses urbanísticos, los procedimientos realizados y se insinúan otros diferentes en función de contactos personales. Se hace una argamasa, que insisto, no me agrada.

Hago esta advertencia, porque al final, lo que subyace, es un espíritu de alteración social que no debe seguir por ese camino.

No hay comentarios: