18/05/2008

Monumento de la discordia

El monumento en homenaje a las victimas asesinadas por ETA, inaugurado en la Plaza República Dominicana de Madrid, se ha convertido en la expresión externa del conflicto que vive el Partido Popular.

Nadie podía imaginar que la concentración, sirviera para el abucheo del alcalde Gallardón; el apoyo de Ana Botella a María San Gil y la recriminación de Esperanza Aguirre a Manuel Fraga.
Después de 22 años esperando el apropiado homenaje, las victimas se merecían otras escenas más sentidas.

Lo que le está ocurriendo al PP, es producto de la derrota del 9 de marzo. Nunca en la reciente historia democrática un partido con diez millones de votos había manifestado tal grado desconcertador.
Cuando anteriormente la desorientación se produjo en la izquierda, se entendía como consecuencia de las muchas posibilidades que se pierden cuando tienes que dejar el poder y te obliga a buscar otra salida laboral. Nunca nos podíamos imaginar que los gestores públicos procedentes de la derecha, también tenían necesidad de gestionar el poder o de lo contrario entraban en la confrontación directa personal, por la falta de alternativa profesional.

Esta situación, ya la vaticinaban los expertos al poco tiempo de analizar los resultados electorales. “Qué va a pasar con lo mío” es la pregunta a la cual, no se le encuentra respuesta. Por ello, entre los que entienden que para recuperar la confianza del electorado hay que confeccionar un mensaje centrado y quienes valoran que no se puede ceder a ello y hay que mantener la radicalidad; al día de hoy, todavía se desconoce, cual será la posición final de Rajoy.

Si las escenas vividas en Madrid, fueron desconcertantes, lo último que todavía falta por apreciar es la postura de Aznar y Rato. Se dice, que pronunciamientos que manifiesten desconfianza sobre el trabajo realizado por Mariano Rajoy, éste, no lo supera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aguirre, Botella y San Gil, lo mejor del PP