Conviene recordar que la Ley de Memoria Histórica, fue aprobada por el Congreso de los Diputados el 31 de octubre de 2007. Era necesario que se aceptara por la sociedad española que los acuerdos alcanzados durante la “transición democrática” no habían cerrado definitivamente las heridas pendientes de la represión franquista. Por tanto, las víctimas que actualmente yacen en los campos y cunetas de España, deben recibir honrada sepultura según lo prefieran sus familias.
La polvareda levantada por la sociedad conservadora y sus representantes políticos, argumentando que lo aprobado “era abrir viejas heridas”, genera una ralentización de los trámites de exhumación de los cadáveres que hace que los familiares, ante la lentitud de los procesos, se dirijan a los tribunales de Justicia solicitándoles el cumplimiento de la Ley.
Así es, como entra en escena el juez, Baltasar Garzón, que asume las denuncias e inicia los trámites legales que lleven a la apertura de las fosas comunes.
Nuevamente, corren ríos de tinta sobre lo acertado o erróneo de la decisión judicial. Para cualquier persona bien intencionada, el que se recupere y se identifiquen a las víctimas no debería provocar ninguna indignación. Es más, deberíamos apoyar todos, para aprobar notablemente la asignatura que la reciente democracia tiene postergada (independientemente del proceso jurídico empleado).
Pero percibo que la sociedad española, es bastante complicada y necesita muchas horas de debate sereno y sincero para solucionar este asunto.
Titulaba esta anotación “coincidencia o estrategia” y ello, se debe a la noticia que hoy, se resuelve en los tribunales de Justicia de Granada. Una denuncia causada en el año 2006. Es verdad, que la personalidad que provoca el encausamiento, es el ilustre Federico García Lorca, y han tenido que pasar dos años y que precisamente, esté planificada la apertura de la fosa común del “barranco de Víznar”.
Lo dicho: “mientras existan familias que necesitan saber y conocer dónde están sus muertos, tenemos la obligación moral y humana de ayudarles”.