Le conocí en el año 1992. Junto con otros vecinos y vecinas
formamos la Asociación de Vecinos NUEVO PERALES en Perales del Río. Desde esa
fecha, hemos sido inseparables en la reivindicación ante las distintas administraciones
públicas tratando de lograr mejoras para nuestro barrio.
Desde este espacio mi más sentido pésame a su familia:
esposa, hija e hijo. Nos ha dejado un hombre íntegro. Así fue hasta el final.
Hace pocos días recibí una llamada suya para decirme:“te llamo para despedirme”.
Estaba muy débil. No obstante nos emplazamos para hablar de nuevo más adelante.
No ha podido ser.
Su ausencia la familia la echará mucho de menos. Nosotros vecinos y vecinas de Perales del Río nos acordaremos siempre de la actividad que desarrollaba en favor de los demás.
Yo, mantenía una relación muy especial, y por eso, conozco
que a la nieta la falta de su abuelo le va costar superarla. Todos los días
abuelo y nieta caminaban juntos hasta el colegio Santa Teresa, tenían que pasar
por un parque y las raíces de los árboles habían levantado algunos adoquines.
Ellos, con cuidado sorteaban el obstáculo. Un día me dice Antonio, “fíjate lo
que me ha dicho mi nieta” “abuelo tú que conoces a los del Ayuntamiento porque
no les dices que arreglen esto”.
Al día siguiente, Antonio López con sus planos estaba haciéndole
la petición a Nieves Sevilla, concejala del barrio de Perales del Río.
Como sabemos que las obras de palacio van despacio, el
tiempo pasaba y un buen día la nieta le dice al abuelo: “abuelo a mí me parece
no te hace mucho caso el Ayuntamiento”.
Posteriormente el problema se arregló. He querido contarlo
para que veáis como era Antonio López. En la Asociación de Vecinos NUEVO PERALES,
siempre estarás en nuestra memoria. Descansa en Paz, amigo.