Yo puedo entender haciendo un esfuerzo, que el mensaje de optimismo
que el presidente Mariano Rajoy lanza a la sociedad española para insuflar
optimismo sobre la recuperación económica, éste dentro de la planificación del Gobierno
que preside.
Incluso los datos e inmobiliarios anuncian que la compra
de viviendas de segunda mano ha tenido un repunte de ventas. Es cierto que los
expertos del sector apuntan a que son determinados compradores los que están
aprovechando los bajos precios para llevar a cabo sus operaciones.
Sin embargo, el informe hecho público por la `Red EuropeaContra la Pobreza´, arroja unas cifras que nos tienen que hacer pensar muy
seriamente que la recuperación económica anunciada no será fácil de conseguir.
Sobre todo si no hay un cambio de rumbo en la aplicación de las políticas
económicas.
Las cifras actuales indican que la pobreza y la exclusión social afectan ya a un 27,3% de la población en
España: 12.866.000 personas. Este es uno de los datos principales que se
extraen del último Informe `El Estado de la Pobreza´.
Siguiendo con la noticia, conocemos que la Privación Material Severa ha aumentado un 38%, lo que se traduce en más personas con
dificultades para alimentarse adecuadamente, más hogares donde se retrasa el
pago de gastos relacionados con la vivienda principal, más personas que no
pueden mantener su vivienda a la temperatura adecuada ni tienen capacidad para
afrontar gastos imprevistos. Durante los años de la crisis, la población con
privación material severa ha crecido en más de 800.000 personas,
totalizando casi 3 millones, casi el mismo número de personas en situación de
pobreza severa (6,1% de la población).
Desde un punto de vista territorial, el `Informe´
muestra una gran desigualdad entre las diferentes Comunidades Autónomas.
En general, el norte soporta tasas menores de pobreza y/o exclusión social; y
el sur, mayores.
Navarra, País Vasco y
Aragón tienen tasas inferiores al 20 %, y Canarias Extremadura, Castilla-La
Mancha y Andalucía entre el 35% y el 39%. Caso especial es la
Ciudad autónoma de Ceuta, en la que casi la mitad de su
población (47%) vive en riesgo de pobreza y/o exclusión social.
En conclusión, el aumento de la desigualdad que muestran
todos los indicadores revela que la crisis ha golpeado con mayor dureza a la
clase media y a los grupos sociales más desfavorecidos, demostrando la
debilidad de las políticas sociales implementadas, así como la no correlación
directa entre crecimiento de PIB y disminución de la pobreza.
Nota: He querido realizar este apunte debido a la exposición
clara y concisa. Sobre todo en la apreciación final cuando habla de las
políticas aplicadas y su relación directa del crecimiento anunciado.