Serán pisos tutelados devolviéndolas a su uso para las personas
mayores del municipio, tal como se proyectaron inicialmente. El Gobierno lleva esta
proposición al Pleno del Ayuntamiento, donde además señala la necesidad de que la
Comunidad de Madrid dote a estas viviendas de los medios suficientes, así como que las
familias que son adjudicatarias actualmente y cuenten con necesidad habitacional se
incorporen al Plan Vive que ha prometido el Gobierno regional.
Las viviendas fueron construidas tras un acuerdo entre el Ayuntamiento de Getafe y la
Comunidad de Madrid, para crear un moderno y novedoso sistema de cohabitación para
personas mayores en viviendas tuteladas, de manera que la convivencia y el
envejecimiento activo, se realizara de manera comunal, al mismo tiempo que se
facilitaba la permanencia en su entorno a la persona mayor. El Ayuntamiento construyó
estas viviendas a través de la EMSV, y las entregó al IVIMA, de la Comunidad de Madrid,
para tal fin, para el que nunca se llegó a usar.
Como explica el concejal de Mayores, Herminio Vico, “el exalcalde Juan Soler decidió
unilateralmente dejar sin este recurso a las personas mayores y destinar las viviendas a
otro fin. Desoyó la demanda para contar con espacios residenciales donde poder vivir un
envejecimiento digno y activo, ante la escasez, por un lado, de residencias públicas en la
ciudad, y por otro lado de la escasa alternativa a las mismas que desde las instituciones
públicas se les ofrecía”.
El Gobierno Municipal, junto al Consejo Sectorial de las Personas Mayores, pide revertir
estas viviendas, que no se adaptan a las necesidades de las familias en situación de
vulnerabilidad que ahora viven allí, toda vez que estaban pensadas para personas
mayores, viviendas que en el mejor de los casos contaban con dos habitaciones, dado
que, en el proyecto inicial, se contaba con que en cada vivienda habría un mayor, o en su
defecto, una pareja de personas mayores. Igualmente, este proyecto estaba basado en la
existencia de espacios y servicios comunes para las personas mayores que son no útiles
ni garantizan la necesaria intimidad a las familias que actualmente allí residen.
La pandemia provocada por la COVID-19 ha puesto aún más de manifiesto, la necesidad
de ofrecer mejores servicios de atención a las personas mayores y cuestiona el modelo
de centros residenciales de la Comunidad de Madrid. En nuestra región han fallecido
más de 6.000 mayores en residencias como consecuencia de esta pandemia.