Estaba apático y conmocionado. Lo primero, debido a la actual situación que vivimos dentro del panorama político. Lo segundo, al apreciar el poco valor que tienen las vidas humanas para el Estado de Israel. Pero, hete aquí, que aparece Aznar, clausura el 30 aniversario de NNGG y el embajador de Israel en España tiene que pedir disculpas por sus ofensivas palabras.
La asistencia del presidente de Honor del PP, José María Aznar en el acto de clausura del encuentro de los jóvenes populares en Lorca, me hace sacudirme la pereza y ponerme a decir que no. No puede ser que el talante, el tono y las maneras pasadas vuelvan al Gobierno.
Para las personas que apostamos por la práctica de políticas de progreso, nos está costando una gran dificultad tener que asumir determinadas medidas de recortes en las prestaciones sociales. Máxime, cuando el control del déficit, hasta ahora se nos explica que se hace sobre el gasto y nada se manifiesta sobre la necesidad de incrementar los ingresos. Este dilema no es fácil de digerir.
Pero claro, cuando escuchas las malintencionadas expresiones de Aznar, te das cuenta de que se habrán cometido errores pero las recetas que se aplican son las mismas que en el resto de Europa. Entonces, te preguntas ¿son estas las maneras alternativas? Decididamente NO.
Hay que seguir trabajando en la solución del problema desde la óptica de progreso corrigiendo el incremento de los ingresos.
Todos a Gaza
De acuerdo con el derecho internacional, las aguas internacionales se definen como espacios delimitados, en donde todas las naciones tienen el derecho a navegar, sobrevolar, pescar y realizar investigaciones científicas en libertad, sin ser molestadas por otra nación en tiempos de paz.
Este derecho para Israel no existe. Asalta, secuestra y mata a voluntarios que su único delito era prestar ayuda al pueblo palestino. No les vale con una atrocidad de este tipo, de nuevo secuestran al segundo barco y también en aguas internacionales, e impiden que llegue la ayuda. Las palabras diplomáticas aunque sean dichas con severidad en el Gobierno israelita no causan efecto.
La única manera que tendrán de entender que no están solos en el mundo y que tienen que acatar los reglamentos de los tratados internacionales es demostrarles que el resto del mundo tiene mayor capacidad para hacer llegar la ayuda necesaria a los pueblos que lo necesiten. Israel no es capaz de sostener por la fuerza a la masiva llegada de barcos internacionales. Por tanto, ¡TODOS A GAZA!
La asistencia del presidente de Honor del PP, José María Aznar en el acto de clausura del encuentro de los jóvenes populares en Lorca, me hace sacudirme la pereza y ponerme a decir que no. No puede ser que el talante, el tono y las maneras pasadas vuelvan al Gobierno.
Para las personas que apostamos por la práctica de políticas de progreso, nos está costando una gran dificultad tener que asumir determinadas medidas de recortes en las prestaciones sociales. Máxime, cuando el control del déficit, hasta ahora se nos explica que se hace sobre el gasto y nada se manifiesta sobre la necesidad de incrementar los ingresos. Este dilema no es fácil de digerir.
Pero claro, cuando escuchas las malintencionadas expresiones de Aznar, te das cuenta de que se habrán cometido errores pero las recetas que se aplican son las mismas que en el resto de Europa. Entonces, te preguntas ¿son estas las maneras alternativas? Decididamente NO.
Hay que seguir trabajando en la solución del problema desde la óptica de progreso corrigiendo el incremento de los ingresos.
Todos a Gaza
De acuerdo con el derecho internacional, las aguas internacionales se definen como espacios delimitados, en donde todas las naciones tienen el derecho a navegar, sobrevolar, pescar y realizar investigaciones científicas en libertad, sin ser molestadas por otra nación en tiempos de paz.
Este derecho para Israel no existe. Asalta, secuestra y mata a voluntarios que su único delito era prestar ayuda al pueblo palestino. No les vale con una atrocidad de este tipo, de nuevo secuestran al segundo barco y también en aguas internacionales, e impiden que llegue la ayuda. Las palabras diplomáticas aunque sean dichas con severidad en el Gobierno israelita no causan efecto.
La única manera que tendrán de entender que no están solos en el mundo y que tienen que acatar los reglamentos de los tratados internacionales es demostrarles que el resto del mundo tiene mayor capacidad para hacer llegar la ayuda necesaria a los pueblos que lo necesiten. Israel no es capaz de sostener por la fuerza a la masiva llegada de barcos internacionales. Por tanto, ¡TODOS A GAZA!
