Desde que se hizo público que el PSOE, iba a difundir hoy un comunicado, respuesta a las desafortunadas e intencionadas declaraciones de algunos cardenales católicos, se estaba especulando con la dureza que iba a tener su contenido.
La dureza y confrontación no ha ocurrido. Si bien deja claro el papel que cada organización tiene reconocido en la Constitución española. Ha insistido, que la responsabilidad del Gobierno, es garantizar la convivencia entre todos lo españoles, independientemente del credo de cada cual.
Cuando se analiza el contenido del comunicado “Las cosas en su sitio”, se puede apreciar con toda severidad que nada, ni nunca el Gobierno socialista, ha legislado en contra de la “familia”.
Por lo tanto, tenemos que concluir que tan insidiosas manifestaciones cardenalicias, se debe a otras cuestiones internas pertenecientes al propio funcionamiento de la Iglesia Católica española. Parece que en el mes de marzo, tienen que elegir a la dirección de la Conferencia Episcopal, y es por ello, que el sector más duro y retrogrado ha querido demostrar a sus compañeros, la fortaleza y el apoyo que reciben en la vía pública de sectores radicales.
Cuando se hace la valoración de la manifiesta fe presencial en las calles y en contra se analiza la falta de proyectos seminaristas por falta de seguidores en la fe católica y si a esto le sumamos los templos vacíos en la practica diaria, nos encontramos con una dicotomía difícil de entender. Puede ser lo que se considera “Misterios”.
Por respeto a las personas de buena fe, no quiero ironizar. Lo ocurrido el día 30 de diciembre, incluso puede deberse a una estrategia política concatenada con el Partido Popular y si esto subyace en el fondo, el PP, está obligado a explicar a los electores españoles, cual va ser su actitud ante las cuestiones que han merecido las críticas de la Iglesia.
Queremos saber si avanzamos y consolidamos los proyectos hoy aprobados, o por lo contrario abolimos y retrocedemos.
La dureza y confrontación no ha ocurrido. Si bien deja claro el papel que cada organización tiene reconocido en la Constitución española. Ha insistido, que la responsabilidad del Gobierno, es garantizar la convivencia entre todos lo españoles, independientemente del credo de cada cual.
Cuando se analiza el contenido del comunicado “Las cosas en su sitio”, se puede apreciar con toda severidad que nada, ni nunca el Gobierno socialista, ha legislado en contra de la “familia”.
Por lo tanto, tenemos que concluir que tan insidiosas manifestaciones cardenalicias, se debe a otras cuestiones internas pertenecientes al propio funcionamiento de la Iglesia Católica española. Parece que en el mes de marzo, tienen que elegir a la dirección de la Conferencia Episcopal, y es por ello, que el sector más duro y retrogrado ha querido demostrar a sus compañeros, la fortaleza y el apoyo que reciben en la vía pública de sectores radicales.
Cuando se hace la valoración de la manifiesta fe presencial en las calles y en contra se analiza la falta de proyectos seminaristas por falta de seguidores en la fe católica y si a esto le sumamos los templos vacíos en la practica diaria, nos encontramos con una dicotomía difícil de entender. Puede ser lo que se considera “Misterios”.
Por respeto a las personas de buena fe, no quiero ironizar. Lo ocurrido el día 30 de diciembre, incluso puede deberse a una estrategia política concatenada con el Partido Popular y si esto subyace en el fondo, el PP, está obligado a explicar a los electores españoles, cual va ser su actitud ante las cuestiones que han merecido las críticas de la Iglesia.
Queremos saber si avanzamos y consolidamos los proyectos hoy aprobados, o por lo contrario abolimos y retrocedemos.