Mucho se había escrito y publicado sobre el proceso electoral del año 2003. Recordemos que las políticas progresistas de la Comunidad de Madrid, sumados los votos del PSOE – IU, habían obtenido el apoyo mayoritario y por lo tanto el triunfo electoral. El resultado produce que siga todo el proceso y que el candidato del Partido Socialista, se proponga para presidente de la CAM. Estadísticamente, el número de diputados permitía la elección del presidente y un Gobierno de progreso para Madrid.
Es verdad que los traidores habitaban dentro de las filas del Socialismo Madrileño. Y que nadie detectó, que las corrientes que existían podían provocar una hecatombe electoral, de no ser atendidas sus pretensiones lucrativas. Este hecho, impulsa la ausencia de dos tránsfugas el día de la elección parlamentaria y ello, genera una situación nunca conocida en la reciente historia democrática de España.
Consecuencia de todo, se tienen que repetir las elecciones y entonces, después del desencanto ciudadano que estimula la deserción de los dos diputados, Esperanza Aguirre y el PP, ganan las elecciones.
A partir de ahí, los tentáculos conservadores y la gestión que realizan, hacen que obtengan la mayoría absoluta en 2007.
Ahora bien. En política el juego sucio conspirativo, cuando se demuestra que ha existido, deja excluido del campo democrático a las personas que lo practican. La noticia argumentada que hoy publica la cadena SER, demuestra que la trama existió. Por lo tanto los poderes fácticos cambiaron el rumbo político de una Comunidad autónoma.
¡La sociedad debe juzgar severamente!
La noticia
El presidente del Grupo Intereconomía Corporación, Julio Ariza, empresario próximo al PP, organizó la protección de los tránsfugas Tamayo y Sáez hasta que consumaron su traición al PSOE en la Asamblea de Madrid.