Así describe la Ministra de la Vivienda, Carmen Chacón, el tiempo de intensas conversaciones y el trabajo llevado a cabo entre las partes implicadas: Los jóvenes, los empresarios, los sindicatos, los Ayuntamientos, las comunidades Autónomas, los promotores y los consumidores.
Producto de todo ello, y con el visto bueno del Ministerio de Economía, se implanta el “plan de ayuda” destinado a los jóvenes para el alquiler de vivienda.
Producto de todo ello, y con el visto bueno del Ministerio de Economía, se implanta el “plan de ayuda” destinado a los jóvenes para el alquiler de vivienda.
“Un salto adelante en vivienda” así lo define el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que anunció que a partir del próximo 1 de enero los jóvenes menores de 30 años con trabajo que alquilen una vivienda recibirán el aval del Ejecutivo durante seis meses, además de una ayuda directa de 210 euros mensuales durante cuatro años.
Tendrán acceso a estas ayudas todos los jóvenes ocupados de entre 22 y 30 años, cuyos ingresos anuales brutos no superen los 22.000 euros, y que además recibirán un préstamo de 600 euros para el pago de la fianza.
Además de otros beneficios fiscales, esta decisión gubernamental supone una importante ayuda para todos los jóvenes que no solamente les facilita la emancipación, sino que les anima a poder desarrollarse profesionalmente. Tenemos que tener en cuenta, que un importante colectivo de jóvenes obedeciendo a las exigencias del mercado y a la competitividad empresarial, se sienten obligados a tener que desplazarse de manera flexible. La capacidad de disponer de un parque importante de vivienda en alquiler y la ayuda económica del Gobierno, les anima a la aceptación de la oferta laboral que satisfaga sus aspiraciones profesionales.
Por esto, el desarrollo de este “plan” tiene una doble vertiente: la independencia personal y la dinamización del mercado laboral. Como no sólo se aplica a los nuevos alquileres, sino que, también se benefician quiénes están hoy en esa situación, la apreciación del disfrute de la medida tendrá una amplia repercusión social.
De total acierto se puede calificar la decisión que toma el Gobierno. Cuando la política económica es acertada y el Estado, tiene un superávit en su cuenta de resultados, lo socialmente correcto es la reversión de una parte equilibrada del crecimiento en la sociedad que lo genera.