A pesar de que nadie cree lo que afirma ETA en su último comunicado, sí nos preocupan las consecuencias de su acción violenta. Por eso, es muy importante que ANV y los representantes que este partido tiene en las instituciones condenen los atentados perpetrados por los terroristas.
Mucho se habló en su día, sobre si el partido legalizado Acción Nacionalista Vasca, se estaba convirtiendo en la tapadera política para que personas relacionadas con el mundo aberztale pudieran presentarse a las elecciones municipales.
La acción de la justicia, impidió que aquellas candidaturas que efectivamente estaban compuestas por personas que habían tenido relación con el mundo etarra, pudieran concurrir a la convocatoria electoral.
Esto hacía pensar que los representantes elegidos bajo las siglas ANV, sí estaban dispuestos a rechazar la violencia como arma política.
La traición
A esta conclusión se llega por el convencimiento y la creencia de lo explicado en su día por los líderes de Acción Nacionalista Vasca. Afirmaban textualmente: “Nuestra participación es una aportación a favor de la democracia con mayúsculas y de la normalización social y política”, insistieron los líderes de ANV, que precisaron que la suya es “una aportación constructiva y positiva a favor del proceso de solución al contencioso vasco”. Destacaron que se presentan «siendo fieles al proyecto, a las ideas, a los principios y a los estatutos» que dieron lugar al nacimiento de ANV en 1930 y a su legalización en 1977, que incluyen un rechazo explícito de la violencia y el acatamiento de la Constitución.
Estas premisas, a pesar de que pudimos valorar que muchas candidaturas bajo las siglas ANV, tenían que ser impugnadas, pensamos que los restantes representantes, sí eran fieles cumplidores del contenido de sus estatutos. Ajustándose a los declarado por su presidente y secretario general.
La negativa a condenar los atentados de ETA y las duras críticas a la coalición política Nafarroa Bai, que sí rechaza la violencia como método político, hace pensar que la dirección política de ANV, está traicionando los postulados con los que se presentaron a las elecciones.
Por lo tanto, desde esta página exijo que trabajen “a favor de la democracia con mayúsculas y de la normalización social y política”. La paz social es un derecho del pueblo vasco y por extensión de todos los españoles.
Mucho se habló en su día, sobre si el partido legalizado Acción Nacionalista Vasca, se estaba convirtiendo en la tapadera política para que personas relacionadas con el mundo aberztale pudieran presentarse a las elecciones municipales.
La acción de la justicia, impidió que aquellas candidaturas que efectivamente estaban compuestas por personas que habían tenido relación con el mundo etarra, pudieran concurrir a la convocatoria electoral.
Esto hacía pensar que los representantes elegidos bajo las siglas ANV, sí estaban dispuestos a rechazar la violencia como arma política.
La traición
A esta conclusión se llega por el convencimiento y la creencia de lo explicado en su día por los líderes de Acción Nacionalista Vasca. Afirmaban textualmente: “Nuestra participación es una aportación a favor de la democracia con mayúsculas y de la normalización social y política”, insistieron los líderes de ANV, que precisaron que la suya es “una aportación constructiva y positiva a favor del proceso de solución al contencioso vasco”. Destacaron que se presentan «siendo fieles al proyecto, a las ideas, a los principios y a los estatutos» que dieron lugar al nacimiento de ANV en 1930 y a su legalización en 1977, que incluyen un rechazo explícito de la violencia y el acatamiento de la Constitución.
Estas premisas, a pesar de que pudimos valorar que muchas candidaturas bajo las siglas ANV, tenían que ser impugnadas, pensamos que los restantes representantes, sí eran fieles cumplidores del contenido de sus estatutos. Ajustándose a los declarado por su presidente y secretario general.
La negativa a condenar los atentados de ETA y las duras críticas a la coalición política Nafarroa Bai, que sí rechaza la violencia como método político, hace pensar que la dirección política de ANV, está traicionando los postulados con los que se presentaron a las elecciones.
Por lo tanto, desde esta página exijo que trabajen “a favor de la democracia con mayúsculas y de la normalización social y política”. La paz social es un derecho del pueblo vasco y por extensión de todos los españoles.