Desde Norte a Sur de Este a Oeste, ha enraizado el galimatías urbanístico. Además, como afecta en mayor o menor grado a todos los grupos políticos, unos y otros se están encargando de airear las tropelías cometidas. Y con ello, se está haciendo un gran daño a la imagen del gestor público.
Comunidades autónomas ladrillo a ladrillo.
También, cuando los intereses económicos especulativos de los particulares se ponen en cuestión, son los propios interesados los que convocan ruedas de prensa para explicar las excelencias del trabajo realizado y la preocupación por la problemática que tienen los jóvenes para adquirir una vivienda. Eso sí, en las promociones que gestionan y defienden con uñas y dientes, no existe ni un solo piso protegido. Aquí tienes el vídeo de un perfecto espécimen engendrado por la especulación urbanística.
Cuando un alcalde, pensando más allá del rédito inmediato, vislumbra el futuro de una nueva urbe con 13.000 viviendas y que éstas, todavía no tienen garantizados los servicios mínimos de luz y agua; y por lo tanto, ralentiza la concesión de nuevas licencias hasta que la anomalía sea subsanada, es el promotor con la más burda manipulación, el que saca a la calle a los trabajadores para que defiendan su puesto de trabajo. En absoluto se piensa en el futuro del modelo de vida de las familias si llegaran a instalarse en las viviendas sin tener garantizados los servicios mínimos.
Esto en definitiva, es una aberración que se tiene que erradicar. De ahí la importancia de la propuesta presentada por Rafael Simancas, secretario general del PSM-PSOE, y ratificada por los alcaldes socialistas de la Comunidad de Madrid: “Compromiso político de no apoyar nuevos desarrollos urbanísticos sin que en éstos se garantice, por parte de sus promotores, tanto una oferta adecuada de vivienda protegida, como la satisfacción de los servicios básicos, tales como son la accesibilidad y transporte público, abastecimiento y depuración de agua, tratamiento de residuos y abastecimiento eléctrico y de comunicaciones, así como las necesarias dotaciones y espacios públicos de uso colectivo”.
Sin el cumplimiento de todos y cada uno de estos puntos no puede haber desarrollo urbanístico posible.
Comunidades autónomas ladrillo a ladrillo.
También, cuando los intereses económicos especulativos de los particulares se ponen en cuestión, son los propios interesados los que convocan ruedas de prensa para explicar las excelencias del trabajo realizado y la preocupación por la problemática que tienen los jóvenes para adquirir una vivienda. Eso sí, en las promociones que gestionan y defienden con uñas y dientes, no existe ni un solo piso protegido. Aquí tienes el vídeo de un perfecto espécimen engendrado por la especulación urbanística.
Cuando un alcalde, pensando más allá del rédito inmediato, vislumbra el futuro de una nueva urbe con 13.000 viviendas y que éstas, todavía no tienen garantizados los servicios mínimos de luz y agua; y por lo tanto, ralentiza la concesión de nuevas licencias hasta que la anomalía sea subsanada, es el promotor con la más burda manipulación, el que saca a la calle a los trabajadores para que defiendan su puesto de trabajo. En absoluto se piensa en el futuro del modelo de vida de las familias si llegaran a instalarse en las viviendas sin tener garantizados los servicios mínimos.
Esto en definitiva, es una aberración que se tiene que erradicar. De ahí la importancia de la propuesta presentada por Rafael Simancas, secretario general del PSM-PSOE, y ratificada por los alcaldes socialistas de la Comunidad de Madrid: “Compromiso político de no apoyar nuevos desarrollos urbanísticos sin que en éstos se garantice, por parte de sus promotores, tanto una oferta adecuada de vivienda protegida, como la satisfacción de los servicios básicos, tales como son la accesibilidad y transporte público, abastecimiento y depuración de agua, tratamiento de residuos y abastecimiento eléctrico y de comunicaciones, así como las necesarias dotaciones y espacios públicos de uso colectivo”.
Sin el cumplimiento de todos y cada uno de estos puntos no puede haber desarrollo urbanístico posible.