La sociedad debe saber que el PP, el principal problema que tiene y que no ha superado es la derrota democrática que la ciudadanía española le aplicó el 14 de marzo de 2004.
Desde entonces cada decisión gubernamental que ha tomado el Gobierno presidido por José Luís Rodríguez Zapatero, ha sido motivo suficiente para oponerse, y montar con sus aliados mediáticos las campañas necesarias que provocaran agitación social.
Por cercana y reciente, tenemos la llamada conspiración etarra-islamistas que hasta el avance de la celebración del juicio del 11-M, estaban sosteniendo, y con ello, creando dudas sobre la autoría del fatídico atentado. Hoy, está demostrado que todo fue una confabulación intencionada, y por lo tanto, ya no se habla del cacareado suceso conspirativo.
Haciendo caso omiso de la responsabilidad que tiene todo Gobierno democrático de buscar soluciones al problema del terrorista, la inteligente decisión que toma el Gobierno de evitar la muerte del etarra De Juana, y por consiguiente convertirlo en mártir de la causa, impulsa al PP a olvidarse intencionadamente del contenido de la firma del:
Acuerdo por las libertades y contra el terrorismo
1. “El terrorismo es un problema de Estado. Al Gobierno de España corresponde dirigir la lucha antiterrorista, pero combatir el terrorismo es una tarea que corresponde a todos los partidos políticos democráticos, estén en el Gobierno o en la oposición. Manifestamos nuestra voluntad de eliminar del ámbito de la legítima confrontación política o electoral entre nuestros dos partidos las políticas para acabar con el terrorismo”.
La riqueza democrática de este primer punto es de tal enjundia, que su no cumplimiento desacredita políticamente al Partido Popular. Esta es la única conclusión razonada y sensata que se debe extraer de todo lo que está aconteciendo. Insisto en esto, dado que ya, en los debates progresistas, hay quién introduce criterios de conveniencia en las decisiones que está tomando el Gobierno del Sr. Zapatero.
Un Gobierno que presenta balance de un excelente crecimiento económico, un crecimiento satisfactorio de empleo, con implantación de leyes sociales avanzadísimas y una cuenta de resultados en inversiones de infraestructuras importante; si no tuviera la obstrucción tajante y radical del PP, en el asunto terrorista, incluso creando capillas con velas, ramos de flores y cruces en las calles de Madrid, donde acuden la presidenta Aguirre, Ana Botella y el alcalde Gallardón, estaríamos hablando de un Gobierno muy capacitado para dirigir los designios de España.
Por todo ello, la sociedad debe valorar si lo sucedido es causa del Gobierno o manipulación de la oposición del Partido Popular y sus compañeros de viaje.