Con el propósito de hacer ruido y desestabilizar el orden establecido, el Partido Popular pretende judizializar la política aplicando la ley del embudo. Es decir, lo ancho para ellos y lo estrecho para todos los demás.
La introducción me la inspira la noticia anunciada por el secretario general del PP-Andaluz, Antonio Sanz: “el Partido Popular ha presentado una querella contra el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Diego López Garrido, por acusar a un enfermo de polio de hacerse pasar por víctima del terrorismo.
Los hechos
Durante la manifestación organizada por la AVT en Sevilla el pasado 1 de octubre, y como todas apoyada por el PP, el marido de una concejala popular del pueblo de Umbrete, encabeza la protesta en silla de ruedas junto a Irene Villa. La publicación de la noticia descubre y pone de manifiesto, que este señor no tiene ninguna lesión que le haga usar habitualmente la silla de ruedas, y así lo reconoce cuando se le pregunta. Declara tener una cojera consecuencia de una polio padecida, pero “que es más seguro en este tipo de actos ir sentado, bandera en mano y con su hijo en el regazo”.
Libertad
“Facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas, de hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres”.
El ciudadano Joaquín Merino, ejerciendo ese derecho, decide acudir a la manifestación en silla de ruedas y se une a la víctima del terrorismo Irene Villa, que sí necesita de su uso para la vida cotidiana. Ante lo cual, cualquier persona bien pensante entiende que también él, es otra víctima de las que convoca a los manifestantes.
Descubierta la verdad, los Sres. Blanco y Garrido, lo que hacen ejerciendo el mismo derecho de “libertad” es manifestar que Merino, no es victima sino cojo y como el PP, lo sabía, se le acusa de instrumentalizar el sentimiento de las victimas con falsos montajes.
Entiendo, que no es necesario ser experto jurista para colegir que si se admite a trámite la querella, es muy posible que tanto el Sr. Merino, como el PP, aplicada la racionalidad descrita, salgan perjudicados. Y por extensión la Asociación de Víctimas (AVT) responsables de la convocatoria.
Para que el Partido Popular y sus acólitos puedan ser creídos, tienen que desechar las injurias de su vocabulario.
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