Los observadores y analistas políticos dicen que la
Comunidad de Madrid, gobernada desde hace muchos años por el Partido Popular,
es el laboratorio de ideas donde se fraguan las directrices que luego pueden
ser exportadas al resto de las comunidades autónomas que gobierna el PP.
Democráticamente en 2013, son mayoría los gobiernos
conservadores que dirigen los destinos de España. Por tanto, si los electores
no lo evitamos con nuestro voto, lo que sucede en CAM, más pronto que tarde
llegará y se implantará en otros gobiernos.
El dicho popular dice: “Yo, como Juan Palomo, me lo guiso
y me lo como”. Este proceder es el que han seguido los exconsejeros de Sanidad
del Gobierno que presidía Esperanza Aguirre. Así, primero fue Juan José Güemes,
el que privatiza el proceso analítico de la Sanidad madrileña, y luego aparece
como Consejero de la empresa que obtiene la concesión. El escándalo provoca que
Güemes dimita.
Qué tendrá la Sanidad madrileña que a todo aquel que pasa
por su Consejería, le induce a planificar la estrategia que desemboca en el corto
plazo, a gestionarla desde la empresa privada.
Es el caso del malvado exconsejero Manuel Lamela.
Precursor de la construcción de hospitales con gestión mixta, y para difuminar
el contenido de lo que estaba haciendo en su día, monta la acusación de las
sedaciones asesinas que los tribunales de Justicia negaron con toda firmeza.
Ahora sabemos, que el Hospital del Tajo, donde los
médicos son funcionarios sanitarios y el resto de personal, servicios y demás
complementos son gestionados desde una empresa privada, previa recepción de su
millonaria aportación económica pública que hace el Gobierno de Ignacio González,
en esa empresa figura en su Consejo de administración el ignominioso Lamela.
Además, con una concesión de 30 años, que él cuando fue consejero de Sanidad le
asignó.
En los debates que la sociedad civil tenemos sobre los
métodos de Gobierno que practica el Partido Popular en la Comunidad de Madrid,
expertos en distintas materias analizadas, afirman que si la sociedad madrileña
dijera basta y volcara su voto en otras opciones políticas con idearios
distintos, y por tanto con ideología diferente, con una apuesta política
decidida se pueden recuperar servicios públicos hoy desprestigiados por el
Gobierno del PP, pero con las concesiones sanitarias privatizadoras, realmente
será muy difícil y costoso volver a la Sanidad Pública de Calidad.
Y, es que estos “ejemplares” empresarios invierten allí,
donde los ingresos están garantizados por la aportación económica del Gobierno que se la concede.
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