26/10/2012

El sistema está roto

Hemos batido récord  El paro registrado en España alcanza la cifra nunca vista, 5.778.100 personas carecen de un puesto de trabajo. Es decir, más del 25% de la población activa no encuentra un empleo. Esta situación produce un drama social de incalculables consecuencias.

Así, nos encontramos que la duración continua y crecimiento constante, lleva a que exista más de un millón de familias que no reciben ningún tipo de ayuda, y están abocadas a la exclusión social. A esto, hay que sumarle el incremento del paro juvenil.

Por otro lado, las instituciones financieras que reciben ayudas millonarias del Estado, son implacables con las familias que no pueden pagar la hipoteca y ponen en marcha la máquina del desahucio. Además, sin importarles las consecuencias humanas y sociales que una medida de este tipo genera en una población que aunque quiera cumplir con la obligación contraída, la falta de ingresos no se lo permite.

Los medios de comunicación se hacen eco de la lucha improvisada que se está montando en defensa de mantener la vivienda. Concentraciones reivindicativas para negociar el aplazamiento del pago, defensa contra los desahucios de mayores que prestaron su aval a un familiar y que ahora el sistema expulsa a la calle, y lo más dramático, el suicido creciente ante la impotencia de la presión que el capital impone a los afectados.

Esto, no puede continuar. Se explica que urge salvar a las entidades financieras, pero la ayuda generada con el dinero público que sale de los contribuyentes tiene que servir de colchón solidario para paliar esta situación que ya dura en exceso y no tiene visos de cambiar.
Es urgente dar un golpe de timón y cambiar las políticas económicas que se están aplicando. Queda demostrado que no sirven. Que con aplicar recortes en los servicios públicos y sobre los funcionarios que los ejercen no se consigue invertir la caída en picado del desempleo y por tanto, reactivar la economía.
La situación es tan grave, que gestos simbólicos de pretendidos ahorros como vender coches de anteriores gobernantes, o acciones parecidas, pasado el efecto mediático no ayudan a la solución de la tragedia a la que vamos de cabeza.

España tiene que conseguir con la suma de todas las fuerzas políticas que Europa aplique otra política reactivadora del crecimiento. Considero acertado el reconocimiento que ha hecho el Presidente de la Junta de Andalucía, cuando considera un error grave del anterior Gobierno socialista el haber impulsado junto al Partido Popular cambiar la Constitución española para dar prioridad al pago de la deuda sin valorar las consecuencias sociales que ello tiene para la sociedad española. Ha llegado el momento de actuar. Con la carta de presentación del crecimiento del paro, no se genera confianza.

2 comentarios:

el moli de getafe dijo...

Aquí hay que cortar cabezas; pero no por lo que usted propone, sino por todo lo contrario.

El PP se presentó un día con la promesa implícita de pasar a la historia como "aquellos malos, más que malos" capaces de ponernos otra vez bien derechos, aunque para hacerlo tuvieran que meternos una escoba a todos por el más soez de los agujeros.

Pues no, ya estamos en los 6 millones de parados y aún estamos viendo a Clint Eastwood interpretar "Los puentes de Madison".

Anónimo dijo...

EL ESTERCOLERO NACIONAL -3
*
España es un problema
de difícil solución
en lugar de un agujero
tenemos un socavón
donde el que puede saca
aunque le tilden de ladrón
el que no puede no roba
y el que roba bendición.
La política es un bodrio
de difícil solución
no tenemos dirigentes
sin que miren al cajón.
Los sobornos ya no valen
son los propios familiares
los que ocupan el pastel
donde se saca la miel
del poder de la miseria.
Aunque Iñaqui Gabilondo
se desgañite diciendo
el pasotismo del pueblo
por momentos se acrecienta,
y si nadie lo remedia
nos iremos al garete
con la boina y el chupete.
El crédito lapídalo
por las cajas y los bancos
nadie tuvo la osadía
del dinero mal gastado
creyendo que era el maná
y de Europa regalado.
Esto es dinero tirado
en los bolsillos espabilados
cuando el dinero no es suyo
qué bien se hace el dorado.
Estamos artos de pillos
mangantes de mal estilo
y el pueblo que está dormido
cuando quiera despertar
después de tanto apretar
sin dinero en el bolsillo
bien jodido el corralillo
y sin nada que tragar,
veremos si sale a la calle
a pedir o amedrentar.

*
EL PONTON DE LA OLIVA