Un Máster demoledor

La ambición personal de ampliar el contenido de su currículo profesional está proporcionando a Cristina Cifuentes, una vivencia, que ella nunca hubiera imaginado.

Todas las personas tienen el derecho de ampliar sus conocimientos. Pero ello, debe de hacerse dentro de las normas establecidas y aplicadas de manera general a todos los aspirantes que deciden incrementar su sabiduría.

En el caso Cifuentes, el rosario de anomalías que se están conociendo inducen a predecir que el mencionado Máster que dice haber obtenido en la Universidad Rey Juan Carlos, si ella no aporta el trabajo realizado, se concluirá que es falso.

Para una representante política de la ciudadanía, el hecho de que todas las informaciones e investigaciones sobre la manera en que se certificó el Máster, hacen verificar que el trabajo que se les exige a los demás alumnos ella, no lo ha realizado. Si además la interesada insiste en que ella tiene un Máster y la Universidad no lo puede acreditar, está mintiendo a la opinión pública en sede parlamentaria.

La mentira y la falsedad en política están muy castigadas. Nadie que pretenda obtener la confianza de la sociedad cuando solicita su apoyo para el proyecto político que presenta, tiene credibilidad con los antecedentes que se le están demostrando a Cristina Cifuentes. Por tanto, no tiene otra salida que la dimisión de su cargo público.

Los pensionistas pueden acabar con el gobierno del PP

Miles y miles de pensionistas han llenado las calles y plazas de las ciudades españolas. La lluvia que ha caído, no ha sido impedimento para que las concentraciones y las marchas hayan dejado atónito al Gobierno de España.

Y, es que los indicativos electorales dicen que el Partido Popular tiene en ese segmento de población a un importante número de seguidores. Estos, ciudadanos y ciudadanas que están sufriendo los recortes en sus pensiones y por consiguiente, perdiendo poder adquisitivo en su nivel de vida. En bastantes casos llegando a una situación extrema.

Esta realidad y el hecho mofoso de dirigentes populares que afirman que las manifestaciones y las pancartas no sirven para nada, han provocado en el día de hoy, que la famosa Puerta del Sol haya estado cubierta por los pensionistas madrileños.

Los datos son tozudos y ese 40% que dice ser votante del PP, deja de votarlo o reduce su apoyo a la mitad, los pensionistas españoles están en condiciones con el poder de su voto de acabar con el gobierno de Mariano Rajoy.

Cada día existe más convencimiento entre los mayores, que igual que se tiene dinero para rescatar autopistas, indemnizar obras sin acabar de exploraciones fallidas y hemos rescatado a las cajas de ahorros, las pensiones deben volver a recibir un tratamiento proporcionado en sus revalorizaciones que permita vivir con dignidad a sus perceptores.

Personas que durante toda su vida laboral, han realizado las aportaciones exigidas por la ley para que el día de su jubilación, tener un ingreso que les permita cierta calidad de vida. Este movimiento reivindicativo está convencido que estando unidos los mayores, pueden conseguir su objetivo.

Los jubilados rodean el Congreso

Hace unos meses hubo una gran manifestación en Madrid, donde quedó patente el despertar de los jubilados españoles en defensa de unas pensiones dignas. Las personas que participamos pudimos valorar que algo muy importante estaba cambiando.

A pesar de la muestra de unidad expresada por los mayores españoles, el Gobierno que preside Mariano Rajoy, hizo caso omiso de la reivindicación manifestada y, llegado el momento de anunciar la subida de las pensiones para 2018, de nuevo aplica la mísera subida del 0,25%. Produciendo con ello, un año más la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas. Toda vez, que la subida del IPC reconocido ha subido un 1,2%. Este es el dato oficial, la realidad del coste de la vida es mucho mayor.

Y, esa realidad, es la que genera que los pensionistas españoles pensemos que ha llegado el momento de exigir al Gobierno que tiene la obligación de restablecer la pérdida de poder adquisitivo que estamos acumulando año tras año.

Las manifestaciones multitudinarias de ayer, fueron el inicio de lo que se avecina en defensa de nuestra justa reivindicación. Además, lo sucedido en Madrid, está haciendo pensar a los diputados y diputadas de todos los partidos. Nunca, ni en los mejores tiempo de las movilizaciones del 15M, se logró rodear el Congreso de las Cortes españolas. Los Jubilados madrileños marcaron un hito en la historia de este país.

Llegados a este grado de indignación y después de las expresiones callejeras, vendrá como no puede ser de otra manera, el posicionamiento político.

El Partido Popular, después de lo sucedido, no atina con una declaración que justifique lo que ha estado haciendo estos años con los pensionistas. Por eso, cuanto más tratan de argumentar lo sucedido producen mayor rechazo a su posicionamiento político.

Este segmento de población, hemos tomado conciencia de que tenemos en nuestras manos y con nuestro voto, (9,5 millones) la decisión para elegir a aquel partido político que transmita la credibilidad suficiente demostrada que garantice la calidad de vida de los pensionistas españoles.