Ambas direcciones fueron conscientes de que, el primero de
los retos que deben afrontar, son las elecciones municipales y autonómicas si
no se produce alguna convocatoria con anterioridad.
Ayer lunes, en el Ayuntamiento de Getafe, se celebró un
Pleno extenso en su contenido. Cuyo punto destinado al apartado de inversiones decía
así:
28.- PROPOSICIÓN DEL CONCEJAL DELEGADO DE HACIENDA,
EDUCACIÓN Y JUVENTUD, SOBRE APROBACIÓN DE PROYECTOS DE INVERSIÓN RELATIVOS AL
PROGRAMA DE INVERSIÓN REGIONAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID PARA EL PERIODO
2016-2019 Y MODIFICACIÓN DEL ANEXO DE INVERSIONES.
Sabemos que el Gobierno que tenga la pretensión de continuar
gobernando, en una democracia consolidada, tiene que obtener el aprobado refrendado
por sus electores, y para ello, debe presentar el balance de la gestión realizada.
En Getafe, el Gobierno que forma PSOE-IUCM, con la
iniciativa presentada para llevar a cabo el programa de inversión regional y
modificación de anexo de inversiones tenía previsto comenzar las siguientes
obras a la vuelta del verano:
“Se modifica en este Pleno el anexo de inversiones para
hacer plurianuales las obras del Polideportivo San Isidro, la remodelación de
la antigua carretera M-301 en Perales del Río, convirtiéndola en calle urbana y
la sustitución del colector de la calle Albacete. Estas obras se llevaran a
cabo entre el año 2018 y 2019”.
Todo hubiera sido así, al menos que se produjera un hecho
que los vecinos de Getafe y por extensión los de Perales del Río, no podíamos
imaginar ¡Nuestros representantes políticos en el Pleno lo rechazaron!
Conviene conocer el resultado de la votación:
PSOE-IUCM 8 votos a favor.
Partido Popular 9 votos en contra.
Ahora Getafe 7 abstenciones.
Ciudadanos Getafe 2 abstenciones.
Concejala no adscrita 1 abstención.
Ante lo cual, las propuestas de inversiones y mejoras fue
desestimada.
Decía lo del examen electoral que supone la convocatoria de
elecciones. Pues bien, la actitud opositora de los diversos grupos municipales
de Getafe, también tienen que presentar su gestión ante los vecinos y si finalmente
no conseguimos las mejoras urbanísticas que los proyectos contenían, tendrán que
aceptar el veredicto de la ciudadanía.