09/08/2016

El barómetro de julio

Según los datos que aportan el barómetro de julio realizado por el CIS, los españoles, medio punto arriba o abajo, seguimos pensando igual que en las pasadas elecciones del mes de junio.

Resaltemos que el grupo político más beneficiado es el Partido Socialista Obrero Español. Ello, no impide que el Partido Popular mantenga una diferencia de 10 puntos a su favor en la intención de voto.

Sin entrar en grandes disquisiciones, sí quiero destacar que el candidato popular Mariano Rajoy, demuestra conocer bien el comportamiento psicológico del resto de candidatos y sus organizaciones.
Si no fuera así, no se habría atrevido a decir no al Jefe del Estado, cuando en diciembre de 2015, le propuso formar Gobierno. Decisión arriesgada que le podría haber dejado fuera del Gobierno que preside en funciones. Sin embargo, el desacuerdo de la izquierda y progresistas hizo que hubiera que repetir las elecciones en el mes de junio.

El esfuerzo realizado por el candidato socialista cuando el Rey le pide a Pedro Sánchez formar Gobierno, no alcanzó el objetivo deseado. Mucho se ha dicho y escrito sobre la negativa de Podemos en la votación, y al mismo tiempo, igualmente, hemos escuchado y leído los motivos que hubo para ello.

Y, es precisamente ese conocimiento del perfil político de los líderes de los partidos y su organización interna, el que hace que sin prisa, mañana de nuevo Rajoy, inicie otra ronda de contactos para lograr ser investido presidente.

Ante una tendencia inamovible del electorado, sólo quiero incidir en un dato irrefutable: la suma del porcentaje de voto de PSOE y Unidos Podemos, alcanza el 42,7%. El Partido Popular según el sondeo del CIS obtiene el 32,5% en intención del voto.


03/08/2016

El primer paso de la caminata

Hasta hoy, los 137 escaños conseguidos por el Partido Popular en las elecciones de junio, le han servido para que a su candidato Mariano Rajoy, el Jefe del Estado, le encargue la posibilidad de formar Gobierno. Y, después de aceptar, estamos viendo que la tarea encomendada no es nada fácil. Sobre todo debido al resultado electoral.

Para el Partido Popular el avance en escaños no ha sido suficiente para conseguir no tener que depender de los acuerdos necesarios con otros grupos políticos que le garanticen la investidura primero, y después un programa de Gobierno realizable al servicio de la ciudadanía española.

A ello, Rajoy se pone a trabajar. Después de recibir el anunciado NO de los Socialistas, el grupo Ciudadanos le manifiesta su intención de abstenerse. No obstante, en este último encuentro, según el propio Rajoy, “damos el primer paso de la caminata”. Que si no cambian las posturas se vislumbra larga y pedregosa.

Ahora bien, hemos podido valorar que para que se reconozca un “primer paso” Rivera, ha tenido que comportarse receptivo a estudiar los documentos que Rajoy le pone sobre la mesa. Imaginamos que después, vendrá la contrapropuesta y entonces se verá si lo acordado hace cambiar la posición política de Ciudadanos.

En lo que, de partida sí están de acuerdo, es en descargar toda la responsabilidad de un posible fracaso y consecuentemente repetición de elecciones en Pedro Sánchez y el Partido Socialista. Esto, por mucho que se repita no se sostiene, debido precisamente a la suma de votos que aporta cada grupo político. La suma de PP y C's, son 169 escaños; la suma del Partido Socialista y Unido Podemos 156. Con lo cual, sólo bastaría el preceptivo acuerdo entre los grupos con más votos para iniciar la “caminata”.


Llegados a este punto, la posición socialista si se mantiene invariable, debe ser explicada ante la opinión pública. Además, del consabido “nosotros queremos cambiar a Rajoy” “somos alternativa de Gobierno”, es necesario explicar las diferencias políticas programáticas por la cuales, no se puede apoyar la investidura de Mariano Rajoy.

Esto último, es urgente. Los asesores socialistas tienen que ser ágiles en la pedagogía explicativa. No olvidemos que el centro-derecha y sus adláteres mediáticos serán constantes y repetitivos hasta la saciedad. 

27/07/2016

Nadie quiere repetir elecciones

Antes de conocer si el Jefe del Estado se decidirá a nombrar candidato a la presidencia del Gobierno, y analizadas las opiniones de los portavoces políticos de los distintos grupos, podemos llegar a la conclusión de que nadie quiere repetir elecciones.

No obstante, debido al proceso negociador, tampoco se vislumbra la posibilidad de que Mariano Rajoy, cuente hoy con los apoyos necesarios para que Felipe VI le pueda encargar iniciar el proceso de investidura.

Haciendo un esfuerzo para comprender que un partido político que ha estado durante cuatro años gobernando con mayoría absoluta, sin necesidad de tener que hablar con nadie para imponer sus leyes y criterio político, el hecho de que la sociedad española decida suprimir esa mayoría y dejarlo a merced de los posibles acuerdos que sea capaz de alcanzar con los demás grupos, es un proceso nada fácil para el Partido Popular.

De ahí, la dificultad que están teniendo para conseguir alianzas que puedan facilitar que Rajoy se presente como candidato en el Congreso de los diputados.
Con los resultados electorales en la mano, se deduce que la placidez pasada no se repite. Y, por tanto, en la nueva era política es necesario NEGOCIAR.

El Partido Popular, está obligado como ganador de las elecciones a ser el primero en mover ficha. Pero esa corriente tiene que ir acompañada de la suficiente documentación donde se recoja parte de las pretensiones o compromisos de los otros grupos a los cuales, se les pide su apoyo.

Si este proceso no se lleva a cabo, se pueden encender todas las alarmas. Además, la sociedad española entenderíamos que el conflicto generado no es culpa de los otros. Los electores hemos hablado por segunda vez, y hemos expresado nuestro deseo de corregir todas aquellas leyes que la mayoría absoluta del PP nos ha hecho padecer.

Por ello, si los popular no firman con luz y taquígrafos los acuerdos necesarios para iniciar una nueva etapa política, no podemos olvidar que incluso habiendo ganado las elecciones, la suma de otras fuerzas políticas están obligadas a impedir que en España se repitan las elecciones por tercera vez.

27/06/2016

Queremos un Gobierno para España

La ciudadanía española ha cumplido con su deber democrático. Aunque la participación no ha llegado a la cifra del 20-D, ha sido lo suficientemente representativa como para exigir a los representantes políticos elegidos cumplir con su obligación política y que formen Gobierno.

En la ya clásica noche electoral, y a pesar de que todos los grupos políticos tratan de dulcificar los resultados, el 26-J quien ha ganado las elecciones ha sido el Partido Popular. Esto, le carga de responsabilidad para que sin demora empiece a buscar las posibles alianzas que le permita al PP formar Gobierno.

Es verdad, que los resultados no facilitan los acuerdos de inmediato, pero ello, no puede desembocar en la orfandad de no lograr Gobierno.

El PSOE, si bien ha conseguido que la hegemonía socialdemócrata esté referenciada con ellos, no puede estar satisfecho después de perder votos y escaños.

A Unidos Podemos, los malditos datos demoscópicos le han jugado una mala pasada, fue tanta la insistencia del logro para convertirse en la segunda fuerza política, que la realidad de las urnas les provocó una inusitada desilusión.

Ciudadanos, ha pagado en las urnas con la pérdida de votos y escaños, el acuerdo firmado para lograr el pretendido Gobierno con el PSOE.

Ahora bien, dentro del abanico de posibilidades que están abiertas, la dirección popular tiene que demostrar su capacidad de alcanzar acuerdos con alguno o varios grupos políticos. Si esto, no fuera posible, de nuevo los dirigentes socialistas tendrían que tomar las riendas, corrigiendo los errores anteriores, y lograr el tan deseado Gobierno para España.

Los resultados obtenidos por cada uno de los grupos políticos del arco parlamentario, hace que se genere las siguientes combinaciones posibles de Gobierno.

16/06/2016

Se vislumbra la tercera vía

Pasado el desencanto inicial del efecto repetidor de las elecciones, la campaña avanza y las encuestas que son fotos fijas del momento, vaticinan los posibles resultados que se pueden dar el 26J.

Ante unos resultados similares a los que nos han llevado a la repetición, y después de analizar los distintos comportamientos que los cuatro grupos políticos mantuvieron, ya se empieza en aras de las diversas declaraciones de los candidatos a perfilar lo que puede suceder después del día de las votaciones.

Si se mantiene el orden que las encuestas otorgan a los partidos políticos, la variante más relevante, es la posición segunda que el grupo Unidos Podemos parece que puede ocupar. Esto, siempre y cuando la movilización de los partidarios del voto socialista así lo permita.
Y, esa es la encrucijada en la que se encontraría el PSOE si finalmente ocupara la tercera posición en el orden de preferencia electoral. Otro dato importante a tener en cuenta, es la situación política en la que se vería abocado el Partido Popular. Si los pronunciamientos que a día de hoy se mantienen por parte de los candidatos, el PP no consigue sumar los apoyos necesarios que le permita formar Gobierno.

Esta realidad, nos lleva a configurar los posibles acuerdos que sí serían necesarios para evitar una tercera convocatoria. Descartada la gran coalición PP, Ciudadanos y PSOE, los datos nos dicen que se podía formar Gobierno con la suma de los escaños de Unidos Podemos y Partido Socialista.

Ahora bien, analistas de una y otra tendencia ven la difícil situación futura en la que puede quedar el PSOE. Una auténtica encrucijada. Si facilita que gobierne el PP, además de no cumplir lo que está diciendo, se produce una quiebra absoluta con su militancia difícil de recomponer.
Si aceptara el ofrecimiento que Unidos Podemos hace ahora, estaría proyectando una imagen de entrega, la cual, no fue correspondida después del no a la investidura de Pedro Sánchez.

¿Entonces, si la mayoría electoral indica que las fuerzas de progreso sumadas pueden formar Gobierno, que salida tiene el PSOE para no ser acusado de permitir otro Gobierno liderado por el PP?

Este es el debate que cada día aumenta más entre las bases, siendo conscientes de la difícil situación que una negativa que impida a Unidos Podemos, si los resultados lo confirman, dirigir el Gobierno de España. Los electores quisieron con sus votos que muchos ayuntamientos y comunidades autónomas, hoy gobernadas por el PSOE, lo estén con el apoyo de marcas relacionadas con Podemos.

Llegados a este punto, siempre en condicionante, no olvidemos que a Ciudadanos, también se le asigna un número determinante de escaños. Y, como se supone que no apoyará a Unidos Podemos, el Partido Socialista obedeciendo a la voluntad ideológica de los electores, tiene dos salidas: permitir la investidura de Pablo Iglesias apoyando su candidatura, o absteniéndose, siempre y cuando el bloque de centro derecha, no sume más votos. Siguiendo la estala de la actual gobernabilidad de muchos ayuntamientos y comunidades, el PSOE, no entraría a formar Gobierno.