Envuelto en el beneficio de crear directa o indirectamente 10.000 puestos de trabajo, los principales centros sanitarios privados de la Comunidad de Madrid se han unido en la Asociación sin ánimo de lucro “Madrid Centro Médico” (MCM) con el objetivo de "posicionar" a la región "como centro de excelencia sanitaria en Europa y Estados Unidos". Europa Press.
La alerta llega al valorar quién es la persona que preside la Asociación. Para los madrileños es una persona bien conocida por el daño de imagen que ha hecho a la Sanidad pública madrileña. Manuel Lamela, exconsejero de Sanidad del Gobierno que preside Esperanza Aguirre (PP). El mismo que acusó al doctor Montes (Hospital Severo Ochoa) de los asesinatos que nunca existieron.
Él, explica que la finalidad de la Organización, es potenciar el “turismo sanitario”. Manera curiosa de llamar al tratamiento privado de una enfermedad. Obviamente, parece que esta actividad genera unos ingresos importantes y a ello, se ponen a trabajar profesionales para convertir Madrid en paraíso de la medicina.
En una economía de mercado cualquiera está en su derecho de realizar la actividad legal que considere más rentable. Por tanto, si existen clientes que demanden este servicio, se deduce que alguien prepare la oferta.
Ahora bien, admitido lo anterior, tenemos que ser defensores a ultranza de la Sanidad pública de calidad. Es decir, sin necesidad de ser considerados “turistas” nuestros hospitales públicos tienen que disponer de los adelantos más avanzados de la medicina y sus profesionales estar bien retribuidos y tener el reconocimiento social que los motive cuando hacen bien su trabajo. Es obligado defender el Sistema Público de Salud. A través de él, conseguimos la mayor cuota de solidaridad en una sociedad del siglo XXI. La medicina española es una de las mejores de Europa, por ello, tenemos que mantenerla y aumentar su nivel de calidad. Y, lo tenemos que hacer con los impuestos que aportamos al Estado.
Analizado el proyecto de la Comunidad de Madrid, debemos observar con minuciosidad las ofertas y el compromiso político que próximamente nos presentarán los partidos políticos en el aportado Sanidad Pública de Calidad.
La ciudadanía española y en especial la madrileña tenemos que defender que el hecho de “ impulsar una nueva sanidad privada que contribuya a la calidad y al desarrollo económico de la región", nunca tiene que ser en detrimento de la Sanidad Pública de Calidad.