29/12/2015

A punto de finalizar 2015

Un año el que termina eminentemente electoral. Hemos tenido elecciones municipales, bastantes autonómicas, finalizando con las elecciones generales. Y, en cada una de ellas, se iba perfilando una composición plural avalada por los votos de los electores.

Al día de hoy, las posibles combinaciones para poder formar un gobierno estable, todavía no está decidida. El resultado que ha dejado las votaciones del 20-D, obliga a realizar una serie de conversaciones a las que los grupos políticos tradicionales no estaban acostumbrados.

El Partido Popular con su mayoría absoluta en la anterior legislatura, ha practicado una política y ha tomado unas medidas, las cuales, el número abultado de diputados le permitía aplicar, sin necesidad de considerar otras opiniones políticas que alzaban la voz en contra de las decisiones que administraba. El electorado, consciente de ello, sufriendo las consecuencias impuestas, iba tomando nota y escuchando otras opciones políticas emergentes.

Así, llegamos a la conclusión final, de tener dos alternativas posibles de gobierno. Una, liderada por el PP con los apoyos que le permitan formar gobierno, y la otra, contempla la posibilidad de que la segunda fuerza política PSOE, culmine unos pactos con otros grupos que pueda hacer que Pedro Sánchez, sea elegido presidente.

Pero, dentro del Partido Socialista y dado que el anterior panorama descrito, si no hay acuerdos, obliga a celebrar elecciones anticipadas, es cuando se abre de manera soterrada el debate sobre la idoneidad del candidato Sánchez, o la dirección del partido postularía a otra persona como candidata a la presidencia del gobierno.
Es obvio, que la actual dirección no iba a llevar a cabo la segunda posibilidad. Tendría que ser la nueva dirección resultante del congreso ordinario, quien fijara las cualidades del candidato que será votado en elecciones primarias.

En ese punto se está, y el nudo gordiano formado, no todo el mundo lo entiende, dado que Pedro Sánchez, lleva 18 meses al frente del partido. Si bien es cierto que no es demasiado tiempo, sí que ha sido el suficiente para tomar medidas con respecto al Partido Socialista de Madrid, que en su momento, no levantaron la voz del resto de federaciones contra la decisión tomada, pero que hoy, llegado el momento que vivimos los socialistas parece que se larva internamente algo parecido a lo que la actual dirección le aplicó al entonces secretario general de los socialistas madrileños. La hemeroteca nos lo recuerda con toda su crudeza.

21/12/2015

La hora de la política con Mayúscula

Durante el tiempo que ha durado la larga campaña electoral que concluyó ayer, he procurado estar muy atento a todos los vaivenes y datos de las encuestas que iban modificando la intención de voto. El tiempo pasaba y los cambios eran constantes entre los cuatro partidos que hoy tienen la responsabilidad de formar gobierno.

Una cosa estaba clara, la época de la alternancia política bipartidista llegaba a su fin. Finalmente el pueblo habla y arroja la composición que hoy tiene el parlamento español.


Salvando análisis e interpretaciones que ya tenemos y seguiremos teniendo, una cosa está clara: “nunca un partido político con una mayoría de 186 escaños, había perdido de golpe 63 diputados”. Esto, se mire como se quiera, es producto de las políticas que el Gobierno del PP ha aplicado a la ciudadanía española. Y, aunque Mariano Rajoy diga que va intentar configurar un Gobierno estable, el ADN del PP, no facilita el entendimiento de la negociación necesaria.

Si lo anterior no fuera posible, los 90 escaños del PSOE hacen que sus dirigentes puedan optar a formar gobierno de coalición siempre y cuando, Podemos y PSOE, junto a otras fuerzas políticas garantizara la elección de un Presidente.

Vista la realidad y la posible combinación de los números, considero con más posibilidades la última opción para llegar a formar Gobierno. Durante la campaña Podemos ha demostrado ser un grupo político camaleónico con unos objetivos muy claros que Pablo Iglesias ya ha puesto de manifiesto. El PSOE si las circunstancias le facilitan el entendimiento, la ambición política de Pedro Sánchez, le hará llegar hasta las últimas, con tal de conseguir gobernar España.

Ahora bien, hasta alcanzar el acuerdo final tienen que suceder muchas cosas, tienen que dedicarle mucho debate político, mucha confrontación de contenidos de los programas, y por todo ello, nada será fácil de alcanzar en breve plazo. Para eso, la ley es generosa y permite el tiempo necesario.

Otra cuestión diferente es la economía que el resultado de las elecciones aplica a los partidos políticos. Mientras Podemos y Ciudadanos verán compensados sus ingresos, PP y PSOE, padecerán una merma sustanciosa basada en la financiación en función del número de escaños obtenidos. Que en el caso del Partido Popular hay que sumar el desempleo de 63 diputados. La maltrecha economía del PSOE también se acrecienta con 20 desempleados más. Esto, internamente desestabiliza a cualquier organización política.