18/04/2014

Perdedores ideológicos y monetarios

Vivir para ver, que diría el refranero popular. Han tenido que pasar 75 años para poder conocer la siguiente historia familiar. Como cualquier familia perdedora de la Guerra Civil española, impuso el silencio en su seno. Sólo hemos conocido que nuestro abuelo fue fusilado después de acabar la contienda.

Concretamente estos son los datos que se han localizado en internet:
B: Barranco próximo al cementerio (frente a su entrada). San Lorenzo de El Escorial.
E.S.J.S.: Ejecución de sentencia de juicio sumarísimo.
Manuel Pulido Nieto
2 junio 1939
B
19,00
Fusilamiento
E.S.J.S
43
C
Martos
Carnicero
136/133

Nombre
Fecha de la muerte
Lugar
Hora
Causa
Causa judicial
Edad
Estado Civil
Natural de
Profesión
Registro y folio

Pues bien, decía que después de 75 años, y habiendo fallecido su mujer e hijos, los nietos nos hemos encontrado con la siguiente historia:
Es sabido que en Jaén existe la tradición de que cuando realizas la recogida de la aceituna, la llevas a la almazara, te entregan un recibo justificante con la producción aportada y posteriormente te pagan el importe.

En aquella época el campo que no entiende de guerras, sigue su ciclo normal y a pesar del enfrentamiento los agricultores recogen la cosecha y la entregaban en el `molino´. Los gestores debido a la situación que se vivía, les dicen a los productores: “En estos momentos no tenemos liquidez, pero vuestra deuda está anotada en la contabilidad”. Efectivamente, así figuraba. Y, cuando termina la guerra los agricultores, que entre ellos se conocían todos, se personan a cobrar sus deudas.

Decir que en Jaén, zona republicana concretamente en Martos, siempre se estuvo comprando y vendiendo con el dinero legal de la República. Por lo tanto, cuando el bando ganador cambia la moneda legal de uso, todos los billetes que existían quedaron sin validez alguna.
La gran estafa se genera cuando los administradores de la almazara depositaria de la cosecha, les paga a los agricultores con dinero que ya estaba fuera de circulación y con la advertencia de que: “esto es lo que hay”.
Consecuencia: con independencia de su ideología, los productores ven que se quedan sin ningún valor económico y por tanto, sin capacidad para rehacer su economía.

El pobre, siempre guarda la esperanza de que tal atrocidad se pudiera arreglar alguna vez y por ello, guardaron los billetes de la época por si en algún momento se producía el canje por el dinero de uso legal impuesto.


Ha sido en estos días de descanso cuando visitando a una prima me cuenta todos los detalles de la historia y me enseña lo bien conservados que la abuela tenía el dinero abonado por su cosecha que nunca le valieron para nada. Así queda:
Relación de billetes antiguos.
De 5 pesetas ----------------10
 “  10   “       -------------------11
 “  100  “      -------------------16
 “  500  “      ------------------- 2

Esta historia en pleno siglo XXI, sólo puede tener un final. Presentar a los coleccionistas este tipo de billetes para su valoración actual.

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