04/05/2009

Debemos obligarnos votar

Este fin de semana he tenido la oportunidad de analizar diversos factores y circunstancias que van a determinar si acudimos de manera razonable a depositar nuestro voto para las elecciones europeas. La sintonía que vivimos en España, esta directamente relacionada con el sentimiento general del resto de países.

Consecuencia de no tener una legislación en la Unión Europea, referenciada con la Europa social, los gobiernos aprecian que la oposición nacional aprovecha la coyuntura para elaborar sus propuestas más en base a la realidad interior de cada uno. Así, los debates se presentan en torno a la situación de cada país, y se diluye lo que supone para millones de ciudadanos/as que la composición parlamentaria tenga una mayor o menor composición conservadora o progresista.

Decía que estuve analizando lo que se publica, y se deduce que la composición de la Comisión europea, producto de acuerdos de los jefes de Gobierno, puede estar compuesta por personas de complejidad política. Por lo tanto, las directivas que de ellos emanan pueden contener la misma complejidad.
De ahí, la gran importancia que tiene la composición de la cámara parlamentaria que tiene que aprobar o rechazar las directivas que llegan de la Comisión.

Así lo entiende el Partido Socialista Obrero Español, que en su programa manifiesto sobre Europa, afirma: “Los gobiernos conservadores de la Unión Europea y de la derecha de la Eurocámara son quienes más se han resistido a articular una acción conjunta y coordinada de la UE ante la crisis. Por eso hay que darle la vuelta a la actual mayoría en el Parlamento Europeo, para dar voz común a Europa en las respuestas globales ante la crisis”.

UNA EUROPA COMPETITIVA Y PROFUNDAMENTE SOCIAL EN UN MUNDO GLOBALIZADO.

Por eso, es determinante comprender la responsabilidad que ejercemos el 7 de junio. Aunque el Partido Popular quiere convertir esta campaña y las elecciones europeas en unos comicios nacionales, los españoles debemos tener claro que se trata de otras decisiones gubernamentales que tomadas en Europa nos pueden afectar directamente.

Aunque Mariano Rajoy, se aparta del resto de partidos conservadores europeos y su propuesta fiscal se aleja de la que aplican sus correligionarios alemanes y franceses, pretende llamar la atención sobre la economía para deteriorar la imagen de Zapatero, y así, provocar que la izquierda se quede en casa a la hora de votar en las elecciones europeas. La derecha ¡votará! no lo olvidemos.

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