24/10/2006

En el buen camino

Es necesario advertir públicamente de lo que se avecina. La corrupción urbanística será una herramienta que va a utilizar el PP, para intentar desacreditar el trabajo realizado y los logros conseguidos del Gobierno del PSOE.

El Partido Popular y sus palmeros mediáticos pretenden poner el ventilador para airear todo aquello que pueda crear sensación de intranquilidad social. Cuando parece que la jugada del ácido bórico no ha surtido el efecto deseado; ahora, se agarran a los escándalos urbanísticos y no sienten ningún reparo al afirmar “que durante ocho años de Gobierno popular no han existido”.

Tenemos la obligación moral de recordarles que todo lo que sucede es consecuencia de la ley del suelo aprobada en 1998. Además, la opinión pública debe conocer que un proyecto de compra acumulativa de suelo no se hace de hoy para mañana. Ni que la revisión de un Plan General de Ordenación Urbana es aprobada sólo y exclusivamente por el Gobierno del Ayuntamiento de turno. Con la actual ley, dicha aprobación necesita del visto bueno y certificado de viabilidad del correspondiente Gobierno de la Comunidad autónoma. Por lo tanto, negando la máxima de “todos son iguales” sí es verdad que la complejidad administrativa existente implica a varias administraciones.

Puedo certificar que en el municipio donde resido, hay propietarios de suelo que llevan 12 años intentando sacar el máximo provecho legal del suelo rústico que poseen. Hoy, todavía no han conseguido la recalificación definitiva. Por ello no me valen las declaraciones del Sr. Rajoy cuando dice: “llevan dos años en el Gobierno y salen todos los casos de corrupción”. No Mariano, esto no se hace en 730 días, sabemos que las tramas necesitan mucho más tiempo para cuajar. Lo que sí es cierto es que estamos gobernados por un Gobierno que no tolera la corrupción venga de donde venga. Lo ha demostrado ya, en varios casos, y de nuevo ahora da un paso más y presenta un decálogo de medidas contra el urbanismo salvaje y la especulación urbanística. El PP, como ya nos tiene acostumbrados habla de jueces y fiscales que cumplan la ley, pero no se compromete con las acciones correctoras.

DECÁLOGO

- Recuperar la función social de la vivienda.
- Hacer ciudades habitables.
- Ciudades equilibradas.
- Preservar nuestro patrimonio natural.
- Competir en calidad no en cantidad.
- Crecimiento ordenado.
- Perseguir las reclasificaciones indiscriminadas.
- Transparencia informativa.
- Las plusvalías del urbanismo al servicio del interés general.
- Cumplimiento escrupuloso de la legalidad.

Yo me pregunto: ¿Alguien puede colegir que interés impide al principal partido de la oposición sumarse a tan estimable iniciativa?

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