20/09/2006

Inoculando veneno

En una anotación anterior decía que “El insulto no es otra cosa que el recurso de los incapaces para mantener un criterio. Y que sólo una inteligente aplicación de principios democráticos puede evitar el desenlace violento”. El Partido Popular se ha instalado en él y no hay manera de que ceje en el empeño.

La noticia del día (ayer y hoy) es la decisión de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, de no presentarse en 2007, a la presidencia de la Junta de Extremadura. Mucho se está hablando del perfil del Sr. Ibarra, tanto en el plano personal como del político. Yo, sólo voy a mencionar un hecho: 23 años atrás Extremadura era la conocida en los “Santos Inocentes” hoy, es la primera comunidad que tiene en todos sus colegios un ordenador cada dos alumnos. Hay muchas más cuestiones revulsivas, social y económicamente pero eso, se contabiliza en el haber de cualquier Gobierno Socialista.

Decía que para el PP, cualquier acontecimiento vale para insultar, veamos: al Sr. Zaplana, se le pregunta sobre la decisión tomada por el presidente de Extremadura. Respuesta: “todos los socialistas con sentimiento nacional están siendo desalojados de sus cargos, y luego están los “cobardes” que callan a la sombra del partido”.
La opinión pública debe valorar que tipo de apreciación se merece el representante del Partido Popular.

Del insulto a la violencia

En la Comunidad de Madrid, en el municipio de Leganés se está celebrando el juicio por el caso de las presuntas sedaciones irregulares en el hospital Severo Ochoa. El doctor Luis Montes, ex coordinador del servicio de Urgencias, asiste a declarar escoltado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local, que han tenido que protegerle de los zarandeos y los gritos de "asesino, asesino" que le han dirigido unas 150 personas, en su mayoría familiares de víctimas y simpatizantes de la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias (AVINESA).

Al mismo tiempo, el Sr. Montes, ha sido apoyado y animado por más de un centenar de personas que, minutos antes, se habían concentrado también frente a los juzgados -entre ellos, tres concejales del Gobierno municipal de Leganés- para defender, con pancartas y gritos, la inocencia de los médicos del Severo Ochoa.

Los gritos -de "inocente, inocente" y "asesino, asesino"- y los pitidos de unos y otros han derivado en enfrentamientos verbales y físicos entre los manifestantes que han sido atajados por la policía.

Lamentable escena, producto derivado del insulto. Alteración del orden pacífico de convivencia consecuencia del acoso que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, está llevando a cabo sobre la plantilla de profesionales del hospital “Severo Ochoa”. El consejero Sr. Lamela, con el beneplácito de la presidenta Esperanza Aguirre (PP), ejecuta una auténtica caza de brujas en este honorable hospital.

El día anterior el doctor Miguel López Varas, declaró que consideraba que "los pacientes sedados estaban todos en estado de agonía". Añadió que "como no había una probabilidad razonable de que esos pacientes respondieran al tratamiento que ya se les había puesto, y estaban en una situación de intenso sufrimiento, son considerados como pacientes en los que está indicada la sedación".

Yo, no puedo entender que alguien sea capaz de pedir que no calmen el dolor de un ser querido que está en estado agónico. ¡Médicos del Severo Ochoa tenéis todo mi apoyo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que pretende el PP es provocar alteraciones de orden público, con el objetivo de que la sociedad piense que el Gobierno socialista es incapaz de gobernar.

Anónimo dijo...

Soy enfermera del Severo y creo que no deberían meterse en esto ni politizar el asunto,ni derechas ni izquierdas.Estos asuntos son para los tribunales y ellos resolverán,pero hay cosas que no se han hecho bien médicamente hablando y tienen que ser investigadas,probadas ,juzgadas y responsabilizar de ello a quién tenga la culpa.